La galería del horror.

Supuestamente cuando la vida te da limones, lo que recomienda la sabiduría popular es que hagas limonada (si no tienes qué hacer, vete hacer una mamada), pero ¿Qué hacer cuando lo que te da la vida es pura chingadera? ¿Hacer más chingaderas? Lo dudo. De lo que sí estoy totalmente seguro que, asegún de lo que la vida te ofrezca, hay que hacer cosas que uno por lo general NO haría.

Por ejemplo: La puterrisísima Influenza, o como la banda la conoce: “La razón por la que nadie tiene/tuvo vida social”.

Muchos aprovecharon la llegada de este brote para irse a coger con la pareja en turno, otros tantos, tirarán la hueva de manera exponencial, y los últimos en la cadena alimenticia, simplemente se quedarán en casa.

De este ejemplo quiero resaltar la opción “a” y la “b”. El primer inciso es el que más banda aplicó. No obstante, siempre se tiene que sacrificar algo; y no me refiero al dinero que se ocupa para tapar el miembro a utilizar mientras se le pone “crán al alacrán”, estoy hablando de los momentos familiares que uno se pierde por andar de culero con la novia en turno… o la que no es tu novia…

Con el paso del tiempo, uno analiza esos bellos momentos familiares que se han desperdiciado por andar gratinando el mollete… ¿A quien engaño? La verdad es re-sabroso el sexo; chuparle las tetas a las viejas hasta que el pezon se le ponga como gomita de lápiz, meterle la mano entre las asentaderas y demás actos, son bien chingones.

Entonces, ¿porqué tanto pedo por algo que es tan rico? Sencillo.

Por lo general, cuando un hombre piensa con la cabeza de abajo, no piensa con la de arriba. Y coger con alguien se le hace fácil. El pedo es cuando al otro día, o a la otra semana, o cuando se vuelve a ver a la chica que uno se pisó, es difícil controlar la situación. Unas se embarazan a propósito; luego ni es de uno el bebé y se tiene que fletar. Otras, dicen que uno lo tiene chiquito, o peor aún, andan diciendo que uno no tiene nalgas. Otras, se vuelven maniáticas, te hablan a las tres de la mañana y cuelgan, te llenan tu bandeja de entrada con mierda y hasta te andan vigilando con tu mejor amigo.

Por eso es que, como un ejercicio para que usted, sí, usted; querido lector que rara vez deja un recadito, esté alerta y cada que se chingue a una “gárgola esperpentosa”, sepa identificar a ‘qué’ se acaba de coger, y acto seguido, la mande a la chingada de la manera más adecuada.

P.D: Las cosas que estás a punto de leer son ficticias, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

(Leer con eco)
GALERÍA DEL HORROR.

Nombre cientifico: Femme colericus.
Señas particulares: Una mujer cuyo estado de ánimo es tan estable como un sándwich de tres pisos.
Es peligrosa por: La castrante manera en la que te recuerda tu madre por haberla dejado al otro día de que te la chingaras.
Ejemplo: Estás platicando con alguien, llega de manera sorpresiva y empieza “Eres muy mala persona, ¿sólo me querías para el sexo?”
Mientras consumes alimentos en la cafetería “¿Porqué me hiciste eso?, pensé que me querías”
Por lo general, espera a que estés con alguien (de preferencia del sexo femenino) para acercarse a decir su mierda.

Nombre científico: Ardidus castrusus.
Señas particulares: Amante de la desgracia ajena, por lo general, después del acto sexual; figurada y literalmente hablando, trata de destruir tu virilidad por todos los medios pensables.
Es peligrosa por: Difama tu cheto.
Ejemplo: Estás sentado, llega la mujer en cuestión, te ve en una jardinera sola y te pregunta “¿Está ocupado?”. Pone su cabeza en tus piernas, mira al cielo y dice “Estuvo muy bueno lo de ayer, deberíamos hacerlo más seguido”. “¿Cómo que ya no quieres andar conmigo?”. “¡¡Eres un hijo de la chingada!!”
Estás esperando a alguien en un salón, sale un conocido y te dice “Ése pito-chiquito”.

Nombre científico: Maximus idioticus.

Señas particulares: Mujer increíblemente pendeja que cree que un te quiero es equivalente a darle tu alma.
Es peligrosa por que: Respira.
Ejemplo: (Conversando con una amiga suya) Sí, es que la verdad como que siento que yo no lo hice bien, además, no usamos condón… ¿qué?, no, ps no más la sacó y ya, sobre del suelo, no, no creo, la sacó antes de venirse… ¿Tú crees que pueda quedar embarazada?

Nombre científico: Indiscretus extremus.
Señas particulares: Divino ser humano que es tan discreto como una bomba en un hospital. Suele ser la razón de copiosas rupturas con novias por la simple razón de que le gustas y nunca la pelaste.
Es peligrosa por: Si te ve acompañado de tu novia o de alguien a quien te quieras pisar, ya te chingaste.
Ejemplo: Estás sentado con la chica que te gusta en alguna clase, y oyes “Sí, me parece un poco patético la manera en que lo cortaron (con algunas referencias previas hacia tu persona)”

…

Después del silencio incómodo, la chica que estaba contigo prefiere irse a hechar desmadre con su camada hasta que acaba la clase, y de ahí, no te vuelve a hablar.

Nombre científico: Sentimentalist desesperantis.
Señas particulares: Mujer que, en vez de involucrar su entrepierna en una relación, involucra su corazón. Cuando éste se ve lastimado, la chica en cuestión se convierte en un arma de destrucción masiva apenas comparable con un hombre bomba de Israel.
Es peligrosa por: Este tipo de mujeres es de las que te las pisas, y tienes que tirar el zapato. Pero por alguna razón que yo le adjudico a alguna alineación astral, botarla es algo bien molesto y prefieres ahorrarte todo lo que eso puede conllevar.
Ejemplo: Pero… ¿porqué me quieres dejar?... Es que una relación no sólo es sexo, una pareja se debe basar en el respeto y los dos nos debemos querer para que una relación sexual pueda ser más bonita, y siento que tú no me quieres… (Inserte cursilerías)

(Al otro día después de coger) Sabía que te gustaría… ¿Qué dónde aprendí?...

Así que ya lo saben caballeros, si algún día identifican éstas características en su pareja, no lo dude ¡Mándela a la chingada!

Y para aquellos que los acaba de dejar la vieja, no se apure, recuerde que el Sol brilla para todos; altos, gordos, flacos, chaparros, negros y jesuitas.

P.D: Y ya para despedirme, sólo quiero subrayar dos cosas.

Dos cosas.