miércoles, 18 de marzo de 2009

Evite pensar.

Por más momentos bellos que la vida nos brinde, nos esforzamos cada vez con más y más entusiasmo en ver un lado negativo, en encontrar “el negrito el arroz”, por consiguiente, hay gente menos feliz día con día.

De alguna manera al decir esto, me estoy ‘auto-criticando’, pues con cada cosa bella, viene por lo general, un pretexto estúpido para desmentir esa felicidad momentánea, y con esto no quiero dar a entender que las personas que compartan mi manera de pensar sean ‘amargadas’ y mucho menos que yo lo sea.

La vida me ha regalado bellos momentos, pero sinceramente, muy pocos me siguen arrancando una sonrisa o para usos prácticos, sean dignos de un lugar en mi dañada memoria, pero tal vez esta situación tanga que ver con mi adicción al RITALÍN. Pues con la mayoría de esas bonitas experiencias, han venido situaciones meramente olvidables apenas equiparables con el primer supositorio puesto por alguna abuela.

Y de nuevo reitero, con esto sólo digo que, irónicamente, éstas son las personas que están más apegadas a la realidad, pues teniendo bien presente que alguna situación agradable siempre puede acarrear algo peor, es cuando pensamos más nuestras acciones y nos preparamos para cuando la cagamos.

Lo realmente difícil es saber cuando es que estamos más propensos ha vivir una de esas malas experiencias. Estas personas vulnerables ante la vida (osease pendejas), por lo general, viven un sinfín de malas pasadas tratando de adivinar el momento para prepararse y se olvidan de disfrutar de cada momento…

Pasando a otro orden de ideas, con el paso de los años, he aprendido a burlarme de mí mismo, esto me ha ayudado a mantener un poco de humor en mi vida y de igual manera, impide que caiga en la locura. Y como a cada rato me pasan chingaderas, eso quiere decir que soy re-sonriente. E inspirado en las pendejadas que se leen en la Internet, les regalo esto.

LA GUÍA DEL ÉXITO CON LAS MUJERES PARA TONTOS.

No sea pendejo.
Las mujeres invariablemente se fijan en la personalidad ¡Aguas!, de que la envoltura cuenta, cuenta (¡epa!), pero no importa que usted sea güerito (¡epa!), de ojo verde (¡pepa!), ni que sea un modelo húngaro, si usted es pendejo o tiene la personalidad de una tabla, vaya considerando ser monje, diseñador de videojuegos, o haga su prueba piloto para conducir en Telehit.


• A las mujeres no les gusta lo que dicen que les gusta.
¡A caramba!, usted podría pensar, pero yo le digo que por más contradictorio que suene, esa es la única y puñetera realidad. Veamos un ejemplo:


Cuando uno se sienta a ver películas tipo “alguien tiene que ceder”, “cómo perder a un hombre en diez días”, “Pantaleón y las visitadoras” o cualquier otro sedante del séptimo ‘arte’, en los que en TODAS las circunstancias un pelado llega a la casa de la dama bañado en lluvia, con rosas en la mano, trajeadito, perfumadito y con una cara que pareciera que no ha cagado en tres días.

Por lo general, comentarios tipo “de seguro es bien puto” salen de las bocas masculinas. Seguido de un “nada que ver” acompañado de un objeto volador lanzado por alguna fémina presente.
También es harto probable que suelten comentarios tipo: “ése sí es un hombre”, “¿Quién se resiste a un hombre así?”, “pinche Pancho, tú nunca hiciste eso y hemos regresado tres veces”, “a mí me gustan mucho las flores (por lo general, lo hacen cuando su novio es tacaño)”, y un larguísimo etcétera de comentarios aduladores para el protagonista de la película e hirientes para los presentes ‘machos’.

En verdad este tipo de cosas NO les gustan, pues lo que de seguro pasaría en una situación similar sería esto:

1. El tipo en cuestión se la pasaría horas mojándose en la entrada de la casa de la señorita.
2. Abriría el papá de la mujer acosada, soltaría una risa que Coque Muñíz se quedaba pendejo, seguido de un “¡Lola!, ¡Aquí hay un joven que te busca!, ¡Tráele una toalla que se va enfermar el baboso!
3. La tipa amarrada a la cama con las corbatas de su uniforme escolar dirá: (Para si misma) Vale verga… este cabrón no deja de chingar… (Al güey que se está cojiendo y que acaba de conocer en un antrillo pedorro) Espérame, deja le alcanzo un paraguas a este pendejo, mientras tú vístete y decimos que eres mi primo.
4. Deja que se moje el bastardo, quien le manda a hacer sas’ mamadas.

• Ellas lloran, nosotros aflojamos.

Es bien sabido que el llanto en general tiende a presentarse debido a un gran sentimiento de tristeza, este hecho es irrefutable y a menos que usted sea un ‘siquico’ estilo Walter Mercado, no podría saber exactamente cual es el motivo real para que una persona llore, ya que estos son variados.

Si al argumento anterior le agregamos que el llanto femenino y el masculino son diferentes, podemos concluir que para poder poner la situación a favor del hombre, hay que tener en cuenta que cuando una mujer llora, se le pasa, así de rápido, sí, y a los cinco minutos ríe como si nada hubiera pasado. Mientras que, cuando un hombre tiene una razón para romper en llanto, no haces que suelte una risita ni en tres días.

No sé de dónde carajos vengan las lágrimas de la mujer, pero sí sé que su “modus operandi” es totalmente distinto. Así que ya lo saben, si se enfrentan a una situación como ésta, lo recomendable es no aflojar la tuerca, aunque te sientas como un hijo de puta. No te apures demasiado, a ellas les gustan los hijos de puta.

Nunca aceptar consejos de mujeres:
Así como las damas critican a Pamela Anderson diciendo estupideces tipo “Está toda operada” “En vivo son mucho más chiquitas” (refiriéndose a las lecheras), y tú lo que deseas es acomodarle sonoro chingadazo en la nuca por decir sus mamadas. Las mujeres tienden a darnos consejos que sólo nos hunden más en nuestra desdicha.


Por ejemplo: Hace tiempo, un amigo y su novia cortaron, ellos tenían una costumbre muy común, no obstante, mala para la ocasión, todos los jueves, se iban de antro al mismo lugar. Su hermano de Pepe, Carlos, siempre tenía consejos para este buen samaritano, y le dijo que no asistiera.

Pepe le pidió a Carlos que fuera para saber cómo estaba Perla después de haber terminado, como es de esperarse, Carlos y su novia Alejandra fueron al centro recreativo en cuestión y vieron a Perlita muy triste. Obviamente, incapaces de aguantarse las ganas de saber porqué la angustia de la ahora ex - novia de Pepe. La chica les confesó que todo se debía a su apenas terminada relación.

Como es de esperarse, el hermano de Pepe fue el primero en llegarle con el chisme. Para esto, la buena de Perlita salía de viaje en un par de días, por lo que Pepe pensó que sería bueno decirle a su ex – novia que no se preocupará, que todo iba a estar bien, que él la seguía queriendo igual.

Obviamente, Alejandrita le dijo a Pepe que no fuera tonto, que le llamara a Perla cuanto antes, ya que saldría de viaje una semana. Pero Carlos tenía otros planes para la ocasión, le dijo a su hermano:

-No jodas, mejor deja que se vaya en ese estado, que sufra un poco demás, y si cuando regresa no lo hace triste por que te quiere entonces… ¿Para qué la quieres tú?

A Pepe le pareció una buena idea la de su hermano, pero por alguna razón, no soportó el hecho de que su ‘amada’ se fuera triste toda una semana y le llamó, con la seguridad de que los dos se sentirían mejor. Cuando Alejandra llegó, ya se había ligado otro tipo.

¿Cuál fue la moraleja de la historia del buen Pepe?, Pues una bastante simple, no acepte consejos de mujeres, pues así como nosotros no podemos opinar de hombres objetivamente, ellas no pueden hacer lo propio con las mujeres. [...]

[...] Y bien, una vez terminada este intento de entrada, les queremos decir que ya no sean ojetes, la verdad acá, nos sentimos muy mal porque sólo tenemos comentarios del buen Moloko.


¿Tu diablito quiere que dejes un comment pero tu angelito no te deja? No le hagas caso al pendejo de las alitas, mejor hazle caso al rojo, él sí sabe cómo está el pedo.