lunes, 20 de febrero de 2012

Nosotros los proles

Ahhh… qué bonito es México chingao… la neta este país tiene muchas cosas bien bonitas; tenemos una cultura de la que pocos países pueden presumir, lugares y playas muy hermosos con mujeres aún más sabrosas. Pero una de las cosas que más me agrada de mi país es su comedia, ¿han oído decir que el mexicano hace comedia por cualquier cosa?, es verdad.

Lo curioso de esta línea de culto es que aquí no existe “buena comedia” o “mala comedia”, sólo existe “comedia” e “intentos de comedia”, y es harto curioso, porque en México especialmente, los que la sociedad llama comediantes, son los que intentan hacer comedia.

El ejemplo más simple para esto es Chespirito, cuya comedia era totalmente predecible, todos sus chistes eran siempre los mismos y sus historias eran tan interesantes como los artículos de la revista TV y Novelas. Admito que Gómez Bolaños se merece respeto, ya que hacía reír sin groserías (nótese el verbo “hacer” conjugado en pasado) ni empleaba dobles sentidos.

También estoy consciente de que el Chéspiro fue inspiración para rutinas cómicas de muchísima gente del chou-bis; y es que EN SU TIEMPO revolucionó el mundo del entretenimiento, pero ese es el pedo, que ya se pasó su tiempo, no entiendo cómo es que exista gente huevuda que TODAVÍA se caga de la risa del Chapulín Colorado.
Pero como mencioné un par de párrafos antes, la comedia es algo cagado, los que son aclamados como comediantes no hacen reír, y los que tienen trabajos serios como presidentes, gobernadores, diputados, comunicadores y otras chambas semejantes, son los que más risas provocan.

No me mal interprete querido lector, la mismita historia nos enseña (que al menos en México que es donde vivo) es que los comediantes más chingones y de antaño no son personas como Gaspar Henaime a.k.a Capulina, ni el payasito Pindoce, ni Polo-Polo, no no no señor, esos cabrones se quedan pendejos al lado de los políticos mexicanos, y no sólo me refiero a los contemporáneos.

Desde las épocas del porfiriato los políticos son autores de chistes, rutinas y demás actividades cómicas, pero lo mejor de su humor es que es involuntario, por ejemplo el mismísimo Porfirio Díaz, o Don Porfi (es el nombre que creo se hubiera puesto si en estos días se presentara en el Masca Brothers).
La primera rutina cómica que vio nuestro país fue protagonizada por don Porfi, quien derrocó a Benito Juárez con su “sufragio electivo no reelección”, y miren qué cagado, se aventó 34 años pedorreando la silla presidencial, ¿chistoso, no?

Y así fueron acrecentándose los presidentes mexicanos en decir graciosadas; José López Portillo con el conocidísimo “voy a defender el peso como un perro”, ¿cuántas devaluaciones ha sufrido nuestra moneda nacional?

Ya sé lo que están pensando, ya sé también que no soy cómico, así que no me voy a poner a enumerar las pendejadas que han hecho nuestros presidentes, de los diputados, senadores y demás no hablaré porque ese no es el tema.

Pero para enumerar las pendejadas de nuestros señores ex-presidentes, tenemos el día de hoy como invitado a un señor que sirvió de inspiración para las redacciones que has de ver leído en este blog: el maestro Fernando Rivera Calderón, con su himno a los pendejos presidentes.



El pendejo de hoy se llama Enrique Peña Nieto, quien ha protagonizado las rutinas cómicas más cagadas de los últimos meses. La más reciente fue el pasado noviembre, cuando presentó en la FIL (Feria Internacional del Libro) su libro llamado "Un Estado Eficaz para una democracia de resultados" (a pa' nombrecito), lo cagado comenzó cuando le preguntaron al señor-candidato-a-la-presidencia-de-la-república-mexicana por los tres libros que marcaron su existencia; el hombre confundió nombres de libros con nombres de autores, al último día sólo atinó a decir que la Biblia como para no quedar TAN mal con los fanáticos religiosos.


Déjenme explicar de nuevo, Enrique Peña Nieto fue a presentar un “libro” en una feria de “libros”, cualquiera con dos dedos de frente iba a suponer que le iban a preguntar de “libros”, pero EPN sólo estaba preparado para poner su linda carita y ya. Mínimo se hubiera aprendido el nombre y el autor de unos seis libros, digo… por si las moscas.




Ya mejor hubiera dicho que en su puta vida ni siquiera se ha leído por gusto la parte de atrás de una caja de cereal, y que los únicos tres libros que lo han marcado ha sido el de La metamorfosis de Kafka, el Juventud en éxtasis de Carlos Cuahtemoc Sánchez, y el Quihubule con tu cuerpo de Yordi Rosado; los dos primeros porque se los dejaron de a huevo en la preparatoria y el último porque no tenía nada que hacer y lo encontró en el cuarto de su hija.

O bien, hubiera hecho como todo buen habitante del Establo de México, hubiera dicho que cada semana se lee en Libro Vaquero y se hubiera ganado el voto del estado más grande del país. Así por lo menos hubiera dicho la verdad y salido del estereotipo del político mentiroso.


No sé si lo sepan, y si lo saben qué chingón, pero las obras “literarias” que enlisté de lo que segurito se ha leído Peña Nieto me cagan la madre, y el haber sugerido que la hija de Quiquin Peña (su nombre de comediante) haya leído al menos uno obedece a que la educación de la nena es tan pobre como todos nosotros.


Como podrán ver, la niña está ricolina; no me voy a meter en psicología de chamaca pendeja, pero si algo les puedo decir de la actitud de esta nena, es que no es sorprendente.

La chamaca nació en buena familia, no tengo idea si Peña Nieto se cogió a la Gaviota para engendrar a esta belleza (no se la negaba), pero tiene buenos genes, a eso súmenle toda la lana que tiene su papá: ha de estar acostumbrada a tener pura ropa de marca, asistir a colegios de paga con otros juniors, comer en sitios caros, ir de fiesta a antros pretenciosos donde una Coca-Cola de lata te cuesta cincuenta varos y si quieres meterle la carne a su tamal, mínimo debes portar un Audi TT del año.

No es de sorprenderse que sea prepotente y racista, y así, tan es así, que en su cuenta de Twitter lo dejó todo claro:


¿Recuerdan que dije que los mexicanos somos bien creativos y hacemos comedia de todo?, ¡bien!, me da gusto que estén poniendo atención a esta mamada.

Las burlas no se hicieron esperar, y es que, ¿cómo puede ser posible que nuestro posible presidente sea un cabrón que no lee ni una chingada, que tenga a sus hijos más consentidos que una puta de Sullivan?. A continuación pondré cuatro de mis chistes preferidos.







Con estos hechos quedó demostrado que Peña Nieto tiene algo en común con los acarreados priistas que venden su boto por una despensa y una cachucha: el cabrón no tiene ni reputa idea de lo que hace o a dónde va; cree que con tener una bonita cara y un copetito bien aceitadito se va a ganar a una bola de ignorantes que sólo miran a Laura Bozzo y a los pendejos esos de Se Vale.
Lamento decirte, Paulina Peña, que al menos en el Distrito Federal y algunos iluminados del Estado de México sí tenemos educación, unos mejor que otra, pero al final y al cabo, la tenemos. Tal vez en estados como Oaxaca, Chiapas, y otros parecidos no la tengan, pero no hay problema, ellos no votarán por tu papi, ellos están más preocupados por otras cosas, comer por ejemplo.

Nenita, tal vez seamos una bola de proles, y sí, somos muchos, abundamos como las hormigas, y como tales, podemos organizar un buen desmadrito. Tal vez no seamos tantos, los iluminados, pero sí somos los suficientes como para ponerle los de’stos en la garganta a tu padre.

Pero la cosa no terminó ahí, no no no, Dios-oh-Dios-que-en-tu-gloria-tengas-a-Gaspar-Henaime, la diversión continúa. En una entrevista que se le hizo a Peña Nieto, se le hicieron cuestiones sobre temas que; se supone; debería de dominar.

Por ejemplo, en una de tantas, le preguntaron que cuanto costaba el kilo de tortilla… adivinen qué fue lo que dijo nuestro futuro presidente:




No sé ustedes queridos lectores mexicanos, pero que pongan a un pendejo de este calibre como cara de nuestro país es una mamada, de por sí ya los extranjeros tienen un concepto bastante erróneo.

No es tanto que Peña Nieto sea un pendejo (o sea, sí es un pendejo, pero eso no es lo importante), hay muchas cosas por las cuales es preocupante que pongan a este pendejo a la cabeza de México. ¿Se dio cuenta del abuso de la palabra “pendejo” en este párrafo. Pendejo…
Vamos a analizar bien la situación del señor que ya se ganó el adjetivo de Pendejo, y así será llamado a lo largo del texto:



Es por todos bien sabido; y si no aproveche y entérese; pero don Pendejo fue gobernador del Estado de México, yo que soy mexiquense (sí Pebbels, yo no soy chilango) soy testigo de los destrozos del Pendejo, un claro y sencillo ejemplo es el mentado Mexi Bus, el cual iba a provocar un gran disturbio, ya que afectaba directamente a los transportistas. Gracias al culo de la Gaviota que suspendieron las obras, o dios sabe qué desmadre se hubiera hecho con los finísimos conductores de combies y microbuses.

Ahora, si extrapolamos el incidente del Mexi Bus a la República Mexicana podemos esperar otro incidentito como el de Fox y el aeropuerto. Por mucho varo que me pagaran, yo no soportaría intercambiar más de doce sílabas con nuestro; lamentablemente; próximo presidente. Mucho menos sería su asesor político, sé que en algún momento sus asesores preferirían ver “Derbez en Cuando” que asesorar otro Mexi Bus.
Para el pobre inocente que no lo haya notado, estoy siendo sarcástico. Obviamente las obras del Mexi Bus fueron suspendidas para que el PRI se chingara el dinero (¡qué novedad!), obviamente los asesores del Pendejo serán priistas y tendrán las mismas necesidades monetarias que sus antecesores.

Otra cosa importante que cabe destacar es la pendejes del Pendejo (adoro mis punch-lines). Como ya lo dije antes, si los extranjeros piensan que el mexicano es pendejo, si ponen a un pendejo como la cara de todos los mexicanos, lo creerán con más fervor.

No es porque me importe en realidad lo que los demás piensen de mí. Hay que ir más allá, si el Pendejo sólo sabe dar discursos aprendidos y no sabe improvisar (lo dejó muy claro en la FIL), es más que obvio que nuestras deterioradas relaciones internacionales serán aún más deterioradas. Y con el inglés que hablar, peor.


ai jeit mai foquin laif



Otra de las cuestiones de las que todo el mundo que tiene un poquito de cabeza está hablando, es de que el llamado PRInosaurio va a regresar.

Eso es tan cierto como falso. Si bien el PRI va a subir de nuevo al poder, no será ese prinosaurio que todos sabemos que existió. Aquél que mató estudiantes en el 68 (matar estudiantes es lo peor que puedes hacer, pues son el futuro de tu país), aquél que era especialista en revivir a los muertos a la hora de la votada… en fin, el PRI que conocíamos.

Ahora entrará el PRI de ultra-derecha. Si bien robaban y a madres, no eran como ahorita lo es el PAN; antes de que Miguel de la Madrid nos diera en la torre con el neoliberalismo, sí nos robaban, pero por lo menos le dejaban algo a la famosa prole, ahora ni eso.

El PAN siempre se ha creído la nata del atole de la población mexicana, por alguna razón desconocida se venden como los buenos, y hasta ellos mismos se lo creen, porque ellos se roban todo y no le dejan nada a la prole. Yo creo que el PRI tuvo miedo de chingarse todo y que la prole se levantara, pero viendo lo que pasó este último sexenio, ya los veo más animados… vale madres.

Y por último, el Pendejo está asesorado por Satanás, por el innombrable, por el orejitas, por (leer con eco) Carlos Salinas de Gortari-tari-tari-tari-ri-ri-riiiii… así es mis queridos e imberbes queridos lectores-que-rara-vez-dejan-mensajitos-en-el-inbox. ¿Alguien quiere revivir las pendejadas de Salinas?, ¿otro tequilita?

Lo malo de todo este desmadre es que el Pendejo también conocido como Enrique Peña Nieto subirá a la presidencia, Asmodeo quiera y no, pero por cómo se están dando las cosas, es harto probable.

El pendejo tiene el apoyo de Televisa. Analicemos eso. Aquí en el centro de la República que tenemos educación, no nos mueve tanto lo que diga Televisa, ya que tenemos muy buenas escuelas como mi amada UNAM, como la UAM, como el IPN, y muchas otras, aparte tenemos TV por cable, acceso a la Internet, y a bibliotecas.

Pero, ¿qué hacen los que viven en Oaxaca?, desafortunadamente, ellos no tienen ninguna de las cosas antes mencionadas, ya que en su infancia los malacostumbraron a comer y tienen que invertir en eso. Así que el único contacto que tienen con el resto de México y el mundo es Televisa, y todos sabemos lo la televisión abierta hace con los cerebros de la gente.

Y digo que envenenan a los jovenes por que se nota, aunque tengan acceso a la Internet de hecho, estuve investigando en la página de El Pendejo y la cosa está de horror, le ponen unos comentarios de miedo, yo no sé cómo hay gente que apoye a este Pendejo a pesar de todas las señales.







¿Qué pedo con este putito?, de las pendejas-cabeza-de-aire se comprende... pero de este trollazo no.



¿aún no crees que existe la psicología de chamaca pendeja?, trolleala si puedes.
Yo no sé cómo combatirá eso el pinche Peje y la Josefina Vázquez Fumas, los cuales; por cierto; también son una mamada.

Votar por la Josefina Vázquez Vendes, es votar por lo mismo que pasó con el pinche Calderón, la ultra-derecha a todo lo que da, la llamada “guerra contra el narco” que sólo sirvió para enriquecer a los gringos que les vendían armas a los narcos y a los federales, ¿o apoco creías que el gobierno y el narco no tienen nada que ver?

#haycosita

El narco y el gobierno SIEMPRE han tenido que ver, lamentablemente para el país, las drogas son un mal necesario, sólo que FECAL se descaró completamente con su guerrita que ha dejado más muertos que la chingada.

Votar por el Peje es como votar por Hugo Chávez de Venezuela, lo que AMLO básicamente quiere hacer es pasarse las leyes por los cuyules y hacer lo que su santa entrepierna le dicte. Curiosamente, eso es lo que necesita este país de adormilados para que se levante como Diosito manda.

Perdón por el post tan clavado, aunque sé que soltaron un par de carcajadas con las imágenes cotorras; las cuales por cierto no hice yo, si es necesario, daré el crédito a las personas que las elaboraron. Y para cerrar con broche de oro, redactaré el último párrafo con todos los improperios que pueda.

Yo votaré por el pinchi Peje, quisiera saber cómo chingados nos iría con el puto PRD, ya estoy hasta la punta del diamante que no poder dormir tranquilo por la puta inseguridad, tener que voltear hacía atrás cada veinte segundos para ver si alguien me persigue por las calles. Ya estoy hasta la madre de romperme el puto lomo por pocos pesos, de ir en la combie y soportar los chingados baches, de que; supuestamente; todos los mexicanos tienen derecho a la educación, pero para entrar a la UNAM, a la UAM, o al IPN, te seleccionen.

No vote por el PRI, de ahí en fuera haga lo que quiera, vote por el PAN, por el PRD, o métase la boleta por el culo, pero eso sí, en estas elecciones del próximo julio sea tan amable de llevar si trasero a donde le toque votar y haga algo con la boleta, no deje que hagan lo que se les hinche con su boleta.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Relacionando comida con mujeres.

No sé qué me pasa últimamente, no sé qué le está pasando al blog, me meto a revisar las últimas entradas y la neta hasta como que me dan pena. Y no es lo que está escrito per sé, de algún modo; por bizarro que este sea; por algo los escribí, en ese momento sentí ese “algo” que me empujó a redactar los últimos posts, lo que en realidad pienso que ya está mal es lo que ronda por mi cabeza.

Seamos sinceros queridos lectores, las últimas tres entradas han tratado de lo mismo: las mujeres. No sé a qué se deba este fenómeno, sobre todo porque; cuando se supone que debí haber sido feliz, no lo fui; y cuando se supone que debí haber estado triste, es cuando veo las cosas buenas de la vida.

Nunca me he considerado una persona “rara”, es extremadamente difícil definir la rareza, y es por eso que me considero como alguien “del montón”. Pero las personas que tengo a mi alrededor se han encargado de decirme que soy alguien bien pinche raro, y tanto me lo recuerdan que el día de hoy me lo he terminado por creer, vamos a poner un ejemplo para darle al lector una idea más o menos de lo que está ocurriendo.

A mí, Abraham, me encantan las hamburguesas, soy fan de ellas, de hecho he llegado a pensar seriamente que mi última comida sea una doble de todo, no obstante, sé que son dañinas. Pueden pasar semanas, incluso meses sin que me coma una sola hamburguesa, y en ese transcurso se me pueden antojar cabrón, al grado en el que las sueño, pero cuando por fin llega el anhelado momento de comerme una, en el instante en el que doy el primer mordisco lleno de grasas saturadas, carne, piña y aderezos, es cuando me pongo a pensar “no mames, pinche hamburguesa, me va a hacer un chingo de daño, sin mencionar lo que engorda”.

Esa situación se repite no sólo una, si no varias veces, entrando así en un círculo vicioso que, de un tiempo para acá, me ha estado jodiendo la vida bastante. Cualquiera con un poco de IQ podría pensar: No mames Cangrejo, si tanto te complican la vida las hamburguesas entonces empieza a tragar pizza.

¿Y saben qué?, ese pensamiento está lleno de razón, el pedo aquí no es el que saco, si no más bien que no sólo es con la comida, si no todo lo que pasa en mi vida: Amor, escuela, familia y cualquier otro aspecto importante que ahorita no me viene a la mente; tiene el mismo patrón de comportamiento.

Pondré como último ejemplo a mi última ex novia, que, al igual que con la tierra del Quijota “de cuyo nombre no quiero acordarme”.

El caso es que conocí a ésta chamaca por mediados de abril del año pasado, y, al igual que una hamburguesa, se me antojó bien cabrón, al grado de que me hice una chaqueta pensando en ella.

Nota al pie: Ya saben que este blog está lleno de leperadas, así que no se quejen.

Conforme la fui conociendo más se me fue antojando (aunque las chaquetas se mantuvieron en un número estándar), conforme se me fue antojando… digo, conforme la fui conociendo más me la quise comer (¿la hamburguesa o mi ex novia?, no sé, se lo dejo a su conciencia), no le tomé mucha importancia a lo mucho que podría engordarme, o a esas grasas saturadas que estaban alrededor de ella, sólo me importaba el sabor.

Cuando anduve con ella, fue cuando el sabor pasó a segundo plano, en ese preciso instante comencé a sentir que engordaba (yo, no ella), comencé a sentirme pesado, incluso sentí miedo de tener un infarto debido a la grasa de la carne.

Ahora que ella se ha ido, no puedo más que imaginar el sabor ya no de una hamburguesa hawaiana, si no de una rusa, tal vez una mexicana… mmm… con harta pechuga esta vez… sí…

Bueno mis estimados, los dejo, se me antojo una garnacha…me pregunto de qué será esta vez…