miércoles, 21 de diciembre de 2011

Carta a Fabio Fusaro.

Ahhh… las mujeres, cuántas cosas no giran alrededor de estos seres tan hermosos pero a la vez, tan complicados y, me atrevo a decir que peligrosos. Sin duda alguna, cuando dios (sí, con minúscula) decidió crear a Eva de la costilla de Adán, no estaba conciente de que en realidad, esa “costilla” era un arma de dos filos.

Por un lado, estaba la hermosura del cuerpo desnudo de Eva, segurito que, cuando Adán despertó de la operación y lo primero que vio fueron las curvas desnudas de su nueva compañera, no cayó de lleno en sus redes, puesto que él nunca había visto una fémina.

Pero conforme fue avanzando el tiempo, y Adán fue escuchando la voz de Eva, fue cayendo en una especie de hechizo, (está científicamente comprobado que la voz de la mujer que te trae de cabeza te hace un desmadre en la misma). Eva fue amaestrando a su hombre: lo mandaba de caza para que él arriesgara el pellejo y ella podía quedarse tranquilamente… tal vez ahorita te estés preguntando: “¿Porqué chingados él lo obedecía”? Fácil.

Eva sólo con menear la pelvis en forma seductora sabía que tenía a Adán bajo sus garras, sabía que con el simple acto del sexo tenía loco a su compañero y podía controlarlo a conveniencia, y si no me creen, la viva prueba fue que ELLA LO CONVENCIÓ de que se tragara la manzana prohibida y los embargaran del paraíso.

Y así con los siglos, las mujeres fueron domando a sus hombres, pasó con los cavernícolas, quienes se iban a trabajar…. Digo, se iban de caza y las mujeres se quedaban a platicar pendejadas con las demás mujeres que mandaban a sus hombres a cazar ratas-venados.

Hoy día, hay mujeres que alegan querer igualdad, otras tantas dicen que ya no quieren ser como las de antes; casarse con alguien más o menos de dinero, tener hijos y quedarse en casa todo el día a mirar Televisa, esas mismas mujeres dicen que no necesitan de un hombre para salir adelante, hay licenciadas, ingenieras (muy feas pero las hay), psicólogas y con muchas otras profesiones, según ellas, para no depender de un hombre para lograr una vida plena.

Pero ellas mismas se cagan en el pastel cuando un hombre no es caballeroso con ellas: “¿Qué te crees que estás con tus amigotes o qué?”, “a ver cuándo te cortas ese pinche cabello”, y demás frases son las vivas pruebas de que sólo buscan condescendencia cuando les conviene.

Pero no me malinterpretes maestro, porque no le estoy echando tierra a las féminas, todo lo contrario; he de admitir con una mano en la cintura (y un dedo en el culo) que los momentos más felices de mi vida han sido al lado de una mujer; esas risas que no paraban hasta que llegaba el momento de irse cada quien a su casa, esos momentos en los que un simple abrazo podía anestesiar un dolor familiar, aquellas noches en las que se estaba en la cama pero no se dormía, aquellos momentos en los que ofrecí mi hombro incondicionalmente para que la novia en turno se desahogara… todos y cada una de esas memorias quedan atesoradas en la parte feliz de mi memoria.

Pero como dije antes, la costilla de Eva es un arma de dos filos. También varios de los momentos más difíciles y de los tragos más amargos que he tomado son gracias a las féminas; esas noches sin poder dormir pensando en ella, esas clases en las que no podía poner atención, esas comidas favoritas con sabor a plástico, esas canciones tristes, esas lágrimas, todo eso ha sido derramado por culpa de una o más mujeres.

En más de una ocasión me han pasado cosas culeras, no estás para saberlo ni yo para contarlo; no te lo cuento porque sé que estás ocupado en cosas más importantes, de hecho no sé si leas esto algún día, pero si lo haces, te mando un saludo bastante caluroso desde el centro de México.

Admito que hubo un tiempo en el que odié a las mujeres (excepto a mi madre y unas cuántas tías), también odiaba el amor, eran ya tantas chingaderas las que me habían pasado que creí que siempre sería lo mismo y entré en una racha de “mala suerte”. Lo de mala suerte lo puse entrecomillado porque tuve muchas mujeres, dios… la cantidad de féminas que tuve, todas hermosas (con excepciones claro está), pero de todas ellas, sólo una no me destruyó…

En fin, desde que conozco su filosofía maestro, me di cuenta de un montón de cosas.

La primera y la más importante: Me di cuenta de que si sufrí así, fue enteramente mi culpa, y no porque haya metido la pata en la relación ni mucho menos, si no que, cuando mis relaciones terminaban, era yo el que no me quería, si hubiera conocido la filosofía “fusariana” en el acto, apuesto que ahora sólo tendría la mitad de las malas memorias. Pero a pesar de todo, usted maestro me ayudó a superar todas esas cosas.

Gracias a don Fabio Fusaro me di cuenta de que, para que alguien me quiera, primero debo quererme yo, que cuando una mujer dice que le gusta algo, en realidad le gusta otra cosa, que cuando descubren que estás muerto, estás muerto. Que cuando voy es porque vengo… y cuando vengo es porque voy, que son conchudas y hay que eliminarlas de las redes sociales, que a veces hay que mandarlas al campo sin rienda, como los caballos de carreras, que hay que dejar que duden siempre, y un montón de enseñanzas.

Pero la más grande de todas sus enseñanzas, fue la de quererme a mí mismo y darme mis propios ánimos, puede que suene medio acá, medio espiritualista, pero neta, cuando te quieres a ti mismo, se te abren puertas (y otras cosas) que ni siquiera sabías que existían.




Gracias Fabio.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Hasta luego, y gracias por todo el pescado

Hay tantas cosas que pasan ahora mismo por mi mente, tengo que estudiar un buen de cosas y repasar otras cuántas, me cargan la mano en los ámbitos laborales, se vienen las posadas, el amor, la amistad y demás cosas homosexuales pasan por mi corrupta cabeza. Si a todo esto le agregamos los recientes acontecimientos como el robo a la pelea de Márquez (quien peleó como todo un dios Azteca), o la reciente metida de patas del aspirante a la presidencia de México en la FIL: Enrique Pena Miento, podría decirse que mi mente es un revolvedero de ideas, sentimientos y cábula, ya que he querido bloggear acerca de dichos acontecimientos, pero, por “engas o merengas”, no se han cocinado esos posts, y eso es debido a que, como lo mencioné antes, la vida me trae a pan y verga, y lo peor de todo es que el pan se acaba bien rápido.

Pero no mal interprete, en realidad me va bien, es sólo que escribir esto a estas horas (cuando mañana temprano hay cosas por hacer) me hace sentir culpable, por aquellito de la irresponsabilidad. Pero ni pedo, mi cerebro anda esponjocito y llegó la hora de la escribida.

Y hablando de cerebros, qué cosa tan magnífica es esa que tenemos bajo el cráneo, gracias a este músculo es que podemos manejar todos los aspectos de nuestras vidas. Incluso nos ayuda a sobrevivir… ¿qué?, ¿crees que exagero?, pues no, en realidad sí lo hace, y si no me crees, chécate este ejemplo.

Imagínate la siguiente situación:

Después de un largo día, en el que tus jefes te regañaron por culpa de unos mocosos pendejos, estás cansado y tienes las piernas bastante adoloridas… en eso uno de tus mejores amigos te llama y te propone que hay que irse a chelear porque él también tuvo uno de esos días culeros.

¿Reacción del cerebro?

A pesar de que tuviste un día de mierda, cuando tu cerebro registró la palabra “chela” inmediatamente le da la orden a tu organismo de que hay que ponerse las pilas, por lo tanto, tus piernas vuelven a responderte como si acabaras de levantarte.

Estando ya en el bar y platicando con tu cuate notas que te sientes bien, con pila, olvidas tu apestoso día y comienzas a platicar con tu amigo, en medio de la plática, recuerdas que los cigarros en ese bar son muy caros, así que ambos apuran sus cervezas y se encaminan a un lugar donde tengan cigarrillos por un precio justo.

Cabe mencionar que el mencionado lugar no está cerca, y ya que son altas horas de la madrugada caminas, pero no lo notas, ¿razón?, estás ebrio. Pero no te importa, porque aprecias demasiado a ese amigo y porque… no lo sabes… pero simplemente no lo notas.

Todo transcurre como lo planeaste: Llegaron sanos y salvos al OXXO, compraron una caja de Lucky Strike, un encendedor y unas Sabritas para el bajón. Regresaron igualmente sanos y salvos al bar y pagas la siguiente ronda.

Tres chicas se les acercan y les hacen la plática a ti y a tu amigo, intercambian números con la promesa de llamarse para mirarse después en un lugar más privado y menos ruidoso. Y así lo hacen, pero esa no es la situación que deberías estar imaginando, pinchi puerco.

Cuando están más ebrios y carburan menos sus cerebros, tú y tu amigo se despiden de las chicas que regresaron a su mesa a sentarse y del dueño del bar, a quien ya conocen, y se van caminando a sus casas, porque repito: es tarde y no hay transporte.

Cuando vas caminando solo por la calle a las cuatro de la mañana, un par de tipos te cierran el paso y al grito de “ya valiste verga” uno de ellos te agarra por la sudadera.

Reacción del cerebro.

• Corta el estado de ebriedad de tu cuerpo para que puedas reaccionar rápido. En otras palabras, se te baja la peda del pinche susto.

• Analiza la situación minuciosamente. O sea, te estás fijando para dónde chingados correr.

• Medita las probabilidades: “Me tiene por la sudadera, así que si corro, se la quedará, aunque esta chamarra no me gusta tanto, por otro lado, tengo mi celular y un chingo de dinero en la bolsa, así que la sudadera no importa tanto. Sí, que se la quede el cabrón.

• Ya que el plan estuvo trazado y tienes todo bien calculado, recuerdas que te duelen un chingo las piernas, y que si corres será sólo para enfadar a los agresores, pero el cerebro es chingón, porque ya que trazó todo el plan, sabe que no es necesario conservar el sentido del raciocinio, así que le corta a tu organismo el poder de pensar para dárselo a tus piernas y que así, puedas correr lejos de esos hijos de la chingada.

¿Muy excesivo el ejemplo?, tal vez, pero si has estado en una situación similar sabrás que es verdad.

¿Todo esto porqué lo hago?, la verdad no tengo idea, si me conoces en persona sabes que suelo dar muchos rodeos antes de tocar un tema fijo (gran defecto de mi persona). El caso es que mi cerebro hizo sus chingonerías y me ayudó a superar una situación que me venía partiendo las bolas desde hace mucho.

¿Alguna vez han leído el libro de IT de Stephen King?, ¿no?, bueno, me pasó algo parecido (no, no se me apareció un payaso ni nada por el estilo). El caso es que en dicha obra literaria, los personajes son atormentados por un monstruo que tiene la habilidad de transformarse en el más grande miedo de la víctima. A los personajes principales que son siete no puede matarlos porque son siete, y ese es un número de la suerte.

El caso es que los niños sobreviven y siguen sus vidas, todos se van del pueblo exceptuando a uno. Crecen pero sus recuerdos de la infancia son reprimidos, en parte por el monstruo y en parte por su cerebro; el cual decidió en una parte de la vida de sus dueños que crecer con semejante trauma haría sus vidas infelices.

Cuando el niño que se quedó en el pueblo se da cuenta de que el monstruo ataca de nuevo, llama a sus ex amigos para que lo ayuden a combatirlo. Cuando reciben la llamada comienzan a recordar su niñez, pero no la recuerdan de putazo, porque sus cerebros no lo permitieron, es como si tú de repente recordaras TODAS las pesadillas que has tenido desde que saliste del útero de tu madre. Supongo que te volverías loco (al menos yo sí).

Los personajes recuerdan de a poco y sólo lo esencial, hasta que de plano “matan” al payaso y pueden regresar a sus vidas.

El caso aquí es que el cerebro de los personajes fue un factor importante que el autor exprimió para darle un toque de credibilidad a su obra (muy buena por cierto), si no hubiera sido por sus cerebros, el payaso se hubiera comido a los siete, de hecho mata a uno, el más miedoso y sugestivo.

Mi cerebro también fue decisivo para poder sobrellevar una situación que me impidió concentrarme en las cosas que debería haberme concentrado.

El pedo fue que una novia que tuve hace tiempo me dejó, así de la nada (bueno, en realidad teníamos unos pedos bien gruesos – y de aquí se desenlazan todos los ejemplos de posts pasados-) pero a mí eso me tomó por sorpresa: Mi cerebro no se lo esperaba, ya que tenía otros deseos en mente.

Así que nos tomó a mí y a mi cerebro (sí está mal dicho ¿y?), un tiempo planear una estrategia que me ayudara a superar la situación, y sólo había de dos sopas:

• Regresar con ella (que lo intenté)

• Olvidarla (que lo logré)

Pero hubo algo que detuvo todos y cada uno de mis planes, y fue que actuaba con el corazón y no con la mente, porque para pensar está la mente, y para sentir está el corazón, y yo lo hacía todo al revés; es como si quisieras agarrar con un pie un vaso con agua y tomártelo, y que, encima de todo, tengas en malas condiciones tu pie. ¿Es casi imposible cierto?

Cuando las aguas estuvieron un poco más calmadas, me comenzó a ir mejor en la vida fue cuando pude pensar las cosas más fríamente y caí en cuenta de lo que en realidad debería hacer: Olvidarla.

Y para eso mi cerebro tuvo una idea que, hasta la fecha, tengo ganas de sacarlo de mi cabeza y darle un beso. Recapitulé los hechos de la separación y me repetía: “me dejó por otro”. Lo sé, suena como una gran pendejada, pero a mí me funcionó. Cada que la recordaba mi cerebro automáticamente repetía “me dejó por otro” y lo que podía convertirse en un bonito recuerdo que me llevaría a una llamada telefónica se convertía en un amargo trago que sólo los videojuegos (en esos tiempos Conker y Silent Hill me sacaron del hoyo) podían endulzar.

Mis llamadas telefónicas se fueron haciendo menos cotidianas, salía de juerga con mis amigos y me la pasaba bien en general. Y como un perro fiel que aprendió un truco, mi cerebro seguía repitiéndome “te dejó por otro”, y ese pensamiento cada vez se hacía menos pesado. Los recuerdos bonitos de la relación fueron ocupados por la imagen de un Cangrejo que cargaba una cruz, por un Cangrejo al que le costaba conciliar el sueño, por un Cangrejo al que le costaba prestar atención en clase, por un Cangrejo que no disfrutaba las cosas que antes disfrutaba.

Mi cerebro, sabía que si me mostraba esas imágenes, dejaría de idolatrar una figura que sólo fue eso, una figura que idolatré, sin saber a ciencia cierta lo que estaba detrás de ella. Aunque lo hizo cruelmente, porque el dolor que arrastré no se lo deseo ni a mi peor enemigo. Pero como dije, el cerebro es chingón, tal vez fue una manera cruel de llevar las cosas, pero puedo decirte que adelantó el proceso en demasía.

Porque así como que me mostraba esas crudas imágenes, también me recordaba que podía hacerlo, que yo también valía algo, que si mi ex pareja no supo o no quiso nada más de mí, ese fue su problema, y , aunque suene ególatra, ella se lo perdió, y lo mejor de todo: llegaría una mujer con la que me llevaría mejor, que me valorara por cómo soy… en fin… me llegaría algo mejor, era cuestión de dejárselo al destino.

Y el destino hizo lo suyo, conocí a una magnífica mujer, bella, inteligente, mal hablada y una hija de su pinshi madre, o sea, alguien totalmente compatible con su servilleta el Cangrejo. Cuando la conocí no pasó nada en ipso facto, tal vez razonablemente, pero ese no es el tema. Otra vez mi cerebro hizo de las suyas, recordándome que soy atractivo a otras mujeres y que, con la mente en donde debe de estar, puedo conseguir ese algo.

¿Nunca te ha pasado que estás en la escuela tomando un apunte pero tienes la cabeza en otro lugar?, ¿no te ha pasado que cambias una palabra por otra parecida, pero que no tiene coherencia?, algo así pasa cuando quieres algo pero estás pensando en otra cosa.

Por ejemplo, buscar pareja. Cuando tu pareja te deja –por otr@- la reacción siempre es “buscaré otra”. Gran error. Porque para estar bien con alguien más, tienes que estar bien contigo mismo, ya que si tu vida es problemática, agregar a otra persona sólo la hace más problemática, y no es porque seas un pendejo, es simplemente que tu cerebro, inconscientemente, busca ese bien estar personal.

Y eso fue lo que pasó. Conocí a la nueva chica, pero no pasó nada, simplemente hablamos y, al menos yo, disfruté de esa electricidad que siento en mi cuerpo cuando alguien me encanta. Tiempo después salimos, y otro tiempo después nos enteramos que, cada quien por su parte y sin que el otro influyera (del todo) habíamos sufrido mucho con nuestras relaciones pasadas.

Ahora mi cerebro manejó la cosa de otra manera aún más rara, me hacía recordar a la nueva chica: Las cosas fueron mejorando exponencialmente. Conseguí un trabajo de algo que me gusta, mis relaciones sociales volvieron a ser lo que eran antes y por supuesto, conocí gente nueva. Increíble lo que un simple pensamiento puede hacer, ¿no?

Comencé a salir con la chica nueva y, el proceso de digerir a la chica anterior (mi ex novia) se terminó, era hora de que mi ex diera un pequeño paseo por el tobogán de porcelana o sea, la taza de baño. No fue difícil, de hecho, me brindó el mismo placer que tengo cuando hago unos trozos de popó mientras leo el Universal.

Con la chica nueva se llegó a un acuerdo mutuo: Estamos llevando las cosas por las buenas, lentamente, sin prisas, sin ataduras, sin querer que un clavo saque otro clavo. Y debo admitir con una mano en la cintura (y un dedo en el culo) que me agrada la nueva chica, me agrada mi nueva vida.

Cuando me di cuenta de que estaba preparado para la nueva relación, fue un día que, pasaba por la facultad de mi ex, era de noche, así que era casi imposible que ella pasara por ahí, así que prendí un cigarrillo y me senté en el mismo lugar en el que la esperaba cuando la iba a visitar.

Y mi cerebro, nostálgico por aquella situación, me mostró unas imágenes que, estoy seguro son el fruto de la difícil situación que viví varios meses atrás. Te mentiría si te digo que me mostró a mí y a mi ex tomados de la mano en nuestras épocas de felicidad, eso quedó en el pasado, aunque he de admitir que ese es un bonito pasado.

Me mostró un Cangrejo fuerte, que se vale de si mismo, que sabe cuando pintar la línea del “amor” con la del “entregado”. Me mostró que yo también valgo, y que, si alguien no lo sabe apreciar, se puede ir a chingar a su madre de puntitas ¿cómo la ven pinchis cristianos?

Mientras el cigarro se consumía podía ver la facultad de odontología (nótese como dicha facultad no goza de los lujos de las mayúsculas), y ya no veía dolor, al contrario, veía un edificio en donde miles de estudiantes se preparaban para vivir bien, porque sinceramente creo que la facultad de odontología no le va a brindar nada bueno a este país, de hecho ni siquiera va a brindarle algo malo, no le va a brindar nada (tengo argumentos por si alguien se me pone garza).

En fin, mis fantasmas del pasado, son eso: pasado.

Agradecimientos especiales a mi cerebro, sin él, sería como Paris Hilton o alguna de esas pendejas cabeza-de-aire.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Caras vemos...

Yo sé que el post pasado dije que el blog se iba al congelador por la carga excesiva de deberes que traía encima, de hecho, ahora que estoy escribiendo éste par de líneas me siento algo culpable, tengo un chingo de cosas por hacer, pero, curiosamente, no puedo concentrarme en ninguna; traté de medio encaminar el propósito de mi vida y no pude, quise leer un libro titulado “El Alquimista”, de’sos libros que tras terminarlos hasta te hacen sentir bonito, traté incluso de hacer unas cuantas ecuaciones (esta última actividad me relaja bien cabrón). Fallé en todo.

Solo una cosa está en mi cabeza, y es esa cosa la que me trajo hasta aquí, enfrente de mi computadora, con el Word abierto, un cenicero, una cajetilla nueva de cigarrillos, y silencio absoluto. Sí, cuando escribo me gusta estar en total tranquilidad.

Hoy, queridos míos, voy a romper dos de las reglas más valiosas que tengo en este blog y en mi vida. La primera es hablar directamente de mi vida personal, y la segunda, romperé mi palabra y voy a postear en mi blog… lo sé… soy algo más bajo que la basura, pero según el consejo de amigos bloggeros (checad las ligas de la derecha) hablar de la vida personal. A muchos les podría sorprender que YO tenga principios, pues lamento desilusionarlos, pero los tengo… no muy elevados, pero los tengo.

Si hay algo que me caga más que Chespirito, Woody Allen y Ricardo Arjona juntos son las pinches mentiras; antes de que alguien se me ponga garza, yo sé que mínimo el 90% de la gente en este mundo miente, curiosamente yo procuro no mentir (risas incrédulas del público), trato de decir las cosas como son (más risas más incrédulas) y para darle un toque ‘chic’, le imprimo un toque de sarcasmo a lo que digo.

Las mentiras se me hacen lo más bajo que una persona puede caer, a veces, sé que se miente para tratar de no herir a las personas: primer error.

Vamos a llevar un ejemplo bastante simple para que se ponga en evidencia que “mentir para no herir a alguien” es una verdadera pendejada.

Supongamos que tronaste con tu novio(a) (¿alguien ha notado que ese es el ejemplo más común en ese blog?), ahora supón que ella tiene otro cabrón bajo sus garras, pero no te lo dice para “no lastimarte”, no sé tú querido lector, pero para mí es más cómodo lidiar con la realidad, por muy cruda que sea, a tratar de lidiar con una irrealidad. Porque seamos sinceros, cuando lidias con algo que es real, le das soluciones reales; cuando lidias con algo irreal, le das soluciones irreales, y no solucionas ni madres, sólo vives en tu propia lámpara de lava mental… y para vivir en una lámpara de lava mental, sinceramente, yo prefiero el LSD.

Yo siempre he tratado de ser sincero con mis sentimientos, con mis acciones y en general, con todo lo que hago, y aquél que tiene la desgracia de conocerme en persona lo sabe: si confianza es lo que me pides, confianza es lo que doy. Pero tal parece ser que, debido al malévolo país que tenemos (entiéndase México), que es controlado por televisoras, periodistas de la talla de Adela Micha y el ‘Ticher’ Dóriga y por una bola de pinches chinos, las mentes de los jóvenes está tan envenenada que les cuesta comprender algo tan simple como un “te quiero”.

Lloro por el futuro de nuestro país…

P.D. Sí hace bien escribir sobre uno mismo en el blog.

P.D.2. Yo sé que este post estuvo bastante sobrio, así que, en un afán por darle a
usted algo de información útil, le voy a dejar un par de improperios, para que los imprima y, cuando sienta la necesidad de usarlos, lo haga como mejor le venga en gana.

Puto.

Pendejo.

Por su atención, gracias.

viernes, 11 de noviembre de 2011

A finales de semestre...

Querido lector, no es que me esté haciendo pendejo con esto del blog, de hecho ya andan en el horno un cabromadral de posts. Aparte en la escuela han estado poniéndose pendejísimos y, para acabarla de joder, quieren enseñarme cosas que no vienen ni al caso. A excepción de mi último profesor de “Cualidades masacuatorias”, él es ingeniero geólogo (obvio [que conste que el “obvio” no fue para añadir mamonés al título de ingeniero, todo lo contrario), quién nos dejó una tarea bastante singular. A continuación les presentaré la clase, la cual, obviamente grabé para todos ustedes:



-Profe, la mía se sale del promedio.
-Esa no era la extremidad a calcular, no llegue tarde joven, dígale a alguien que le ayude con la tarea.


Pero no quiero que piense que soy un pinche irresponsable (más), ya tengo en el horno varios textos re-sabrosones para que usted lector, se entretenga y pueda compartir un poco de mi obtusa opinión, ahora que si usted quiere objetar algo, ps que objete (saludos a Carlos Eduardo Rico).

(Nadie me paga regalías por mis chistes…)

-Pero ¡qué chingados!, yo también me los robé.

Volviendo al tema, es una realidad que ahorita no puedo concederle mucho tiempo al blog y creo que la entrada que estás leyendo lo confirma, pero confía en mi lector, una vez que se calmen las aguas, podrás leer más literatura basura acá, bien chipocluda, de catego, vamos pues, ahora sí vas a leer cosas chingonas, aquí una probadita de lo que se viene para el congal:

Catálogo: Feisbuqueros, ¿dónde quedó el buen gusto?

Historia de la vida real: el Señor de la Sagrada Entrepierna.

Mi incursión en los medios impresos: Soy apto para escribir en “Tv Notas” y “TV y Novelas”.

Crítica: Soy ingeniero y… soy virgen… ¿y?

Crítica: Nacionalismo mexicano… ¿o dónde quedó el verde y el blanco?
Si lee alguno de esos temas en otro blog, acuérdese de que los vio primero aquí.

Como podrá darse cuenta, hay varias cosas que se han querido poner acá, pero por engas o merengas, no han cuajado del todo bien, así como las chichis de Ayane.

El Doc del Billar sacó las lecheras dos horas antes del refri.

Es obvio que se viene una época prolífera para el blog, pero también habrá una huelga, ya ven que a los mexicanos nos encanta esa palabrita. Así es querido y acongojado lector, este congal será congelado hasta, por lo menos, febrero, que es cuando se van a calmar las aguas.

Pero no se me agüite, aquí en este blog me encanta consentir a los lectores, así que, a manera lista, voy a dejarlos con una selección personal de lo que considero, es lo más elaborado que se ha publicado acá.

Recolectivo.
Historia que escribí cuando quise entrar al aclamado blog, el tema de aquella ocasión fue "por piedad".

La galería del horror.
Catálogo de las posibles novias y la respectiva descripción de cada relación.

La ex-señora Cangrejo.
De todas las féminas que pudieron haber leído eso, hubo una que no debió hacerlo, ¿quieres saber cómo acabó aquello?, yo también, esa historia quedó inconclusa.

Crónicas de messenger.
La única vez que he publicado una conversación de mensajero. Aquella ocasión me enfrenté con un skin-head.

Pinche dejavú.
Un dejavú es cuando vives algo que sientes que ya viviste antes.

La guía del reggaetonero.
Si sientes que no encajas en sociedad, sigue los pasos de esta guía para ser el más popular de tu escuela/cuadra/cárcel con acceso a Internet.

Citas piteras.
Conferencia que ofrece el Cangrejo a sus jóvenes educandos.

Facebook.
¿Porqué lo usamos?, ¿para qué lo usamos?. Breve reflexión de la famosa red social en puño y letra (teclado y dedos), del Cangrejo.

Gajes del garage.
Aventura que vive el Cangrejo en el transporte público. (o cuando dios [sí, con minúscula]) juega bromas pesadas.

De clásicos y trolls.
¡Mi primer troll!, yippie.

Regreso inspiroso.
Tributo al grande, al chingón, a don Fabio Fusaro, quien, aunque no lo parezca, tiene gran influencia en el estilo de los textos de este congal.

Catálogo de ex-novias.
Otro catálogo inspirado en un estudio barato sobre la psicología humana.

P.D. A veces me meteré al blog a dejarles un recuerdito, no sé... una imagen o algún chistesillo cotorron, el chiste es no dejarlos abandonados.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Harta popó.

Como dije el post pasado, he estado soñando cosas que salen de los sueños convencionales. No es normal en alguna persona (ni siquiera en mí) soñar ese tipo de cosas. Se lo atribuyo totalmente a la cultura pop, cuando lean todo el post lo entenderán.

Resulta que estaba dormido plácidamente, era viernes, y los viernes mi madre se levanta un par de horas antes que yo, como es de esperarse, siempre me despierta. Este viernes no fue la excepción, así que se despidió de mí y se fue.

Me costó trabajo volver a conciliar el sueño… estaba acostado… las luces apagadas… de repente, escucho que se abre la puerta de mi casa, pero el algoritmo del ruido era idéntico al que usa mi madre cuando se le olvida algo: Rápido y escandaloso.

Pero así como se abrió la puerta, una inseguridad y una preocupación recorrieron mi cuerpo, traté de llamar a mi madre pero no me salía la voz… de repente una figura de un hombre delgado y alto entra a mi recamara y se para derecho en una especie de formación militar, como si esperara que en cualquier momento llegaran más como él.

Como había vivido esa experiencia que algunos conocen como “se te subió el muerto”, lo que hice fue rápido prender mi luz, sólo tuve que estirar mi brazo para hacerlo, ya que sabía que si es que llegaban más entes me iba a ser más difícil hacer algún movimiento para despertar mi cuerpo.

Ya con la luz prendida me relajé, fui a por un vaso de leche fría y sentí la sensación de frescura recorrer mi cuerpo. Me acosté nuevamente, apagué la luz orgulloso por mi proeza, y me acomodé para dormir.

Cuando concilié el sueño fue cuando empecé a soñar verdaderamente una locura.
Por azares del destino estaba sentado en un rincón de una clase en un salón repleto de niños de 8 años más o menos, pero de entre todos los chamacos, había uno que era conocido para mí: Dewey, el niñito que sale en la seria de Malcolm in the middle.

El chamaco, junto con los demás niñatos, estaban causando un mega desmadre, de esos en los que las butacas vuelan y los niños le dan zapes duros al profesor que está amarrado boca arriba en su escritorio. Los escuincles estaban saliéndose de control, cuando entró el padre de Dewey: Hal, entró nervioso y corriendo, como siempre lo hace en la serie. Me preguntó cómo estaba la situación, medio le expliqué y fue a tratar torpemente de arreglar el desmadre de su hijo, quien era el líder de los demás niños.

Como era de esperarse, los niños dominaron al inseguro hombre, entonces se me acercó y me preguntó algo bastante desconcertante: “¿Qué juego de vídeo compro para que se calmen estos chamacos”? (no con esas mismas palabras, pero es la esencia).

Anonadado por la pregunta de Hal, me quedé pensativo… varias ideas pasaron por mi mente, aún recuerdo algunas: Fatal Frame, Resident Evil, Dino Crisis, Manhunt… Silent Hill… ¡Pero claro!, ¡qué pendejo!: ¡¡SILENT HILL!! Le grité al padre de Dewey. Sí, ese juego los va hacer tener mucho miedo a los cabrones, pero compra el primerito, ese los va hacer que se caguen del susto.

Y Hal salió a toda prisa por el juego. Momentos después llegó con la caja de Silent Hill 1 y con un cañón para proyectarlo en la pared de enfrente.

Nota al margen: A partir de este punto voy a empezar a relatar cómo comenzó el juego y un par de detalles de la bizarra historia del mismo. Si quieres mentarme la madre, adelante, porque la historia del Silent Hill de mi sueño fue violada analmente con un tubo oxidado. Cabe aclarar que sólo aceptaré cebollazos de parte de verdaderos gamers, no de pendejos que sólo maman Halo.

En primer plano, se ve al oficial Matute (el de Don Gato) dando uno de sus acostumbrados paseos y jugando con su macana o como se llame el palo ese que traen los policías, lo único que tenía aquella escena de macabro, era que el paisaje de alrededor estaba cubierto de óxido y sangre como se acostumbra en la serie de Silent Hill.

De repente, se topa con una calabacita, pero se veía tiernita, y le hace: ¡Bu!; como cuando se quiere asustar a un niño pequeño, Matute se cae de nalgas y los niños empiezan a irrumpir en carcajadas… yo estaba anonadado con ese comienzo del juego…

Discretamente volteé a ver Hal, quien me mentaba la madre por haberle recomendado esa chingadera de juego, yo me disculpaba con la mirada. Estaba yo atónito, incluso en mi sueño recordaba que el principio de Silent Hill 1 era cuando el wey choca y se le pierde su hija.

Total que Hal en su noble e iluso corazón le tuvo esperanza a la trama del juego, que más que videojuego se convirtió en una película porque nadie tenía un control de Playstation en las manos.

De ahí todo saltó a que el Conde Pátula va subiendo unas escaleras igualmente llenas de óxido y sangre, y cuando llega hasta el final, se topa con una monita de esas de anime e irrumpen en una emocionante batalla al estilo de las caricaturas japonesas.

En eso mi despertador sonó y fue hora de irme a la escuela… snif… tan chingona que estaba esa batalla. Pero lo que más miedo me dio no fue el juego-película en sí, más bien lo que me aterró es que fue demasiada popó en mi cabeza.


miércoles, 7 de septiembre de 2011

Sueño en el que mi tío era John Lennon pero en versión mexicana, algo así como Charlie Montana

De un tiempo para acá han estado pasándome cosas interesantes; dejando de lado que sean buenas o malas, son interesantes y le dan emoción a mi vida que ha estado estancada debido a asuntos escolares. Todas estas cosas han estado manifestándose física y emocionalmente, y con emocionalmente digo que he estado soñando un puñado de cosas bien pinches extrañas.

A continuación narraré uno de mis favoritos, espero que les guste.

Los Beatles mexicanos

Resulta que estaba yo en mi casa cuando de repente suena el teléfono, y es un tío mío. Uno de esos tíos buena onda que sólo es un poco mayor que tú y, por lo tanto, te invita a las pedas. Me invitó a un bar que es muy famoso porque le pasaban lista a los cantantes de ahí, así como en la primaria (aquí es donde todo se empieza a poner raro).

Total que mi tío y yo junto con otras personas que nunca había visto llegamos al bar y pedimos dos cubetazos de chela. Recuerdo que por todas partes había carteles pegados de The Beatles, y una foto de mi tío José Lenon, así, como lo leen, mi tío se llamaba así. Comenzaban a pasar la lista de las bandas que ahí estaban.

Dado que los demás miembros de la banda no estaban porque venían atrasados, mi tío era el único que podía corroborar la asistencia de la banda. Yo, que a pesar de saber la importancia del grupo de mi tío, le rogué que no dijera que era miembro del legendario cuarteto. Obviamente se negó pero lo terminé por convencer, y no alzó la voz cuando se oyó “¡¿José Lenon?!”

Después de eso, ya en la escuela, quería contar sobre cómo mi tío era un integrante de la legendaria banda, pero sabía que nadie me iba a creer. Pero no me importaba, yo era el único que sabía la verdad.

martes, 30 de agosto de 2011

Fans clavados del panbol

El futbol es un tema que en especial me gusta evitar, no por intolerante, sino porque simplemente no me gusta, no le encuentro chiste y en general, me gustan mucho más otras cosas. Pero con ese desmadre de la balacera y viendo la bola de pendejadas que han puesto en Facebook, me he animado a hablar sobre ello.

Desde hace tiempo iba a tocar el tema, y eso fue cuando los PUMAS de la UNAM quedaron campeones del torneo pasado. Había una excesiva cantidad de pendejos en las calles haciendo escándalo con sus coches, ondeando sus banderas universitarias y gritando que ELLOS habían ganado.

Aparte del puto escándalo, hicieron un tráfico de la vil chingada, pero lo que más me molestó y me dio risa y ternura al mismo tiempo, fue el pensamiento de que segurito la mayoría de todos esos nopales que salieron a la calle a festejar ni siquiera habían terminado la prepa.

El caso es que por lo general, los que aman el futbol se clavan bien cabrón en el tema, y cuando se les contradice se ponen violentos. También es chistoso cuando se ponen a llorar porque les metieron un pepinazo (más bien debería de darles placer) a su equipo favorito.

Es bien cagado, porque pareciera que sólo comen, cagan y sueñan panbol, si hablas con un aficionado a huevo te hablará del último partido o del mejor gol de la jornada, siempre siempre siempre sale en sus conversaciones el fucho.



Hoy me animé a hablar de esto por la reciente balacera que hubo en un partido en Torreón. La mayoría de la gente en Facebook se queja de la seguridad, que ya ni a los estadios se puede ir tranquilo, que en el metro también ha habido balazos y pendejadas por el estilo. Yo me pregunto: ¿Neta tan pendejos están?

Es una triste realidad que tanto la justicia como la seguridad en México apestan, y eso no es nada nuevo, ya tiene un chingo de tiempo que las cosas en este país ya van mal, así que no sé porqué se sorprende la banda de que haya habido balazos en un partido… y luego en el norte… ya ni la chingan…

Lo que más ternura me provoca, es que exijan más seguridad. Si acaso, pondrán más seguridad en los estadios, pero no en tu barrio carnal… algún caído del catre podría preguntarse ¿por qué? Fácil.

En los estadios, se hacen presentes miles de personas, todas ellas pagan un boleto para poder entrar, algunos más caros que otros, pero a final de cuentas están dando un billete, aunado a ese dinero, en el interior de los estadios se consumen cervezas (tristemente), refrescos, papás y un sinfín de productos.

A los empresarios les conviene poner seguridad en los estadios por la simple razón de que esos juegos dejan ganancias millonarias. Si se pudiera, es probable que los empresarios organizaran una patrulla de orcos en cada puerta de cada estadio en México.

Si neta quieren hacer algo por que cosas así dejen de ocurrir, lean esto con mucho detalle: “Dejen de ir a los estadios”. Así de pinche fácil. Así es más probable que les pongan los testículos en la garganta a los grandes empresarios y sólo así sus voces serán escuchadas. Con hechos, no con estúpidos estados en Facebook y con aún más estúpidos Tuits.

Si de verdad quieren algún cambio, dejen de seguir a ese equipo que tanto les gusta, me cae que su vida seguirá de patética como siempre. Si pudieran organizar a toda esa gente para que deje de ir a los estadios, las ganancias de los mismos se verían seriamente afectadas, y hasta me cae que en una de esas hasta bajan los precios de todo, que bastante falta les hace.

Neto banda, ya desapendejense y déjense de mamadas. Es mejor dejar de ir a ver unos cuántos partidos a organizar estúpidas protestas enfrente de un edificio. Con esas protestas enriquecen a la doña de las guajolotas y el atole.

lunes, 1 de agosto de 2011

Hay... esas viejas generaciones.

El otro día tuve que ir de urgencia a la TAPO (Terminal de Autobuses Poniente) para comprar un pasaje para, obviamente, irme un par de días a provincia. El caso es que una amiga me dijo que trabaja por ahí y se ofreció a acompañarme y de paso, tomarnos un cafecito para ponernos al día.

Como es costumbre la susodicha estaba retrasada, así que me detuve a comer cuando en la estación San Lázaro comenzó una tocada (musical pinche cochino) y me entretuve escuchando algo que quería parecer rock. Cuando ya habíamos comprado el boleto e íbamos saliendo de la TAPO, un señor de avanzada edad nos abordó: “Disculpen, no soy un limosnero, lo que pasa es que se me fue el camión y necesito hacer una llamada a mi familia para que me compren el boleto y me lo manden”.

Después de analizar que eso bien podría haberme pasado a mí, mi amiga y yo le dimos diez pesos cada uno, osease, el don se llevó veinte talentos, pero como bien lo había advertido el don, no era un limosnero; nos ofreció a cada uno un DVD pirata a cada uno, le dijimos que así lo dejara, que no había pedo, pero el señor insistió hasta que por fin, mi amiga comenzó a ojear las películas mientras el don me hablaba de la poca confianza que le inspiran los chilangos (yo soy mexiquense).

La chica escogió Harry Potter (como todas las chicas que traviesan la post-pubertad) y yo escogí unos videos de The Beatles. Después fuimos por nuestro cafecito endulzado con una leve lluvia y aderezado con una intrascendente pero rica charla acerca de nimiedades, terminamos nuestra dosis de cafeína y regresamos a la tocada que estaba dentro del metro y nos topamos al don que estaba disfrutando de la música metal que estaban presentando una banda de greñudos.

Estábamos esperando el metro cuando sentí una mano en mi hombro, y era el mismo don que iba más o menos para dónde íbamos nosotros. Comenzó a platicarnos de música, que no comprendía porqué a la banda le late tanto el metal, que él no le entiende, que le gustó mucho que haya yo agarrado unos videos de The Beatles. Se fue platicando unas tres estaciones y se bajó.

Y nos quedamos pensando en las viejas generaciones, como la de aquél hombre. Sé que vivimos en una cultura donde respetamos a la gente mayor, lo he vivido y lo he visto; el otro día mientras venía en el metro se subió un viejito pero demasiado grande, y se metió un santo chingadazo en la cabeza y se le hizo un chichón de tamaño considerable, un wey que se veía que estudia medicina (son inconfundibles con esas batas blancas) se lo llevó a su facultad, creo yo para curarle el putazo, que la neta sí estuvo fuerte.

Sí somos amables con los viejecitos, pero sólo con los ajenos. Con la familia es bien normal maltratar a la gente de la tercera edad, pero es más psicológicamente. El otro día estaba viendo un documental acerca del tema, y la cosa está bien triste. Recuerdo un caso en especial, un viejecillo que dijo que vivía en la calle; luego luego pensé “se murió su familia”, ¡pero no!, dijo que no era por eso, que nadie de sus hijos quería tenerlo en casa por temor a que las respectivas parejas los mandaran a la verga.

Eso a mí me parece una pasadéz de verga, por eso es que nunca voy a tener hijos, son una bola de malagradecidos hijos de perra. He dicho.

jueves, 28 de julio de 2011

Catálogo exnovias 2011

Hace un tiempo tuve una experiencia bastante gratificante, la cual nunca publiqué por pendejo; conocí a una estudiante de intercambio que venía del norte, fue una mera coincidencia, pues una pareja de señores nos preguntaron por el sistema de transporte que se maneja en CU. Les explicamos cómo llegar a su destino desde la Facultad de Psicología.

La chica era estudiante galardonada de psicología (obviamente) era muy inteligente, tenía un acento bastante norteño y un carisma de esos que te atrapan desde que te dicen su nombre. Platicamos mientras íbamos en el bus, me pasó su número de celular y yo me ofrecí para mostrarle lo que valía la pena del Distrito Federal.

Ella aceptó y estuvimos visitando varios lugares y platicábamos de muchas cosas interesantes. Una de esas conversaciones quedó bastante grabada en mi mente. Como ya lo dije, ella estudia psicología, y me dijo que había una teoría que propone que los seres humanos actúan mediante el instinto. Cosa en la que estuve muy de acuerdo, recuerdo que además le dije que esas conductas podrían ser predecibles porque bla, bla, bla, bla, bla…

Mejor les pongo a continuación la teoría a la que llegué con ella.

Teoría de la estupidez humana

La teoría que la morra me dijo propone que los humanos se mueven mediante instintos, a lo cual yo estoy de acuerdo, porque al fin y al cabo somos animales, aunque con un cerebro más desarrollado. Seguimos teniendo instintos, el caso es que tenemos instintos que compartimos con los demás animales, y tenemos instintos que son meramente humanos. Por ejemplo:

Cuando nos quemamos, tanto animales como humanos tenemos el instinto de evitar el dolor, así que nos quitamos de dónde esté el fuego.

El último enunciado ejemplifica uno de los instintos que compartimos con los animales, pero ¿qué hay de esos instintos no animales?

Cuando uno se encuentra con un perro callejero y el canino te va siguiendo, hay de dos sopas:

Si le das de comer o lo acaricias, el perro te sigue.

• Cuando lo desprecias, el perro se va.


Hemos escuchado o nos ha pasado que nuestra pareja se va con alguien más, nos rechaza constantemente, ¿qué hace el humano?

• Constantemente se busca a quien nos ha traicionado, mientras más nos rechaza, más le buscamos.

• Si decidimos comenzar a rechazar a la parte que se ha largado con el primer pendejo que se le puso enfrente otro hombre, la perra desalmada desubicada damita comienza a buscarnos, entrando en un círculo vicioso dependiendo del IQ de los participantes de tan macabro jueguito.

Instintivamente, le tenemos miedo al rechazo.

Esos dos ejemplos fueron para que se de cuenta y sepa distinguir instintos humanos y animales, porque también los instintos pueden catalogarse mediante la situación del ser humano individual. Me explico:

Un ser humano no tiene el mismo instinto de supervivencia si vive en el sur, en el centro o en el norte. No creo que un chilango sobreviva en la costa queriendo pescar, o que un costeño sobreviva lidiando con el tráfico del Distrito Federal. Un norteño es difícil que sobreviva.

Entonces, con eso podemos deducir que, un perfil psicológico puede ser predecible conociendo la clase social, la crianza, y la historia del sujeto analizado.

¿Todo esto con qué intención lo pongo? Fácil. Hace rato dije que el instinto nos hace hacer pendejadas debido al instinto que tenemos, esas cosas pueden ser buenas o malas, pero por lo general suelen ser puras pendejadas.

Ya dejando un poco de lado la mega introducción y variando un poco el tema; afortunada o desafortunadamente, he tenido muchas mujeres en mi vida, afortunadamente porque en cuestiones carnales no he sufrido mucho, pero en cuestión sentimental he tenido un poco de mala suerte. Así que haré un estudio barato sobre los tipos de exnovias con las que se suelen enfrentar los pobres hombres.

Catálago de ex novias.

Alias: “Hay cabrón ahí viene, vámonos”

Tipo: Vengativa.

Propiedades: Se desenvuelve en el campo de la ira, si se le dan las armas necesarias, puede ser peligrosa a nivel físico, con el tiempo puede ser bien benigna o maligna. Difícil de manejar.

Modus operandi: Todas y cada una de sus acciones son basadas en cuánto pueden lastimarte, es bastante normal enterarse de que está acostándose con algún amigo o conocido tuyo o en su defecto, con algún cabrón que mientras estabas con ella te producía celos.

Karma: Por lo general quedan embarazadas.

Súperpoderes:
• Alzheimer (o como chingados se escriba): No recuerda quien es amigo tuyo.
• Radar para acostarse con todos los hombres que has conocido de cinco años
para la fecha.

Sentimiento que suelen provocar: Risa, ternura y a veces desconcierto.

Nivel de atracción en los hombres: Mediano. Debido a su facilidad para hablar de sexo, es normal que el sexo masculino confunda esas charlas con invitaciones para tener sexo.

Alias: “Ve esa pinche vieja horrible”

Tipo: Aburrida y fea.

Propiedades: Este tipo de mujeres suelen ser despechadas pero sin caer en el estilo de la vengativa. Altamente insegura debido a que es más fea que una grosería. Seguramente está resentida debido a que la dejaste por alguien más atractiva que ella.

Modus operandi: Visita más tu Facebook que tú y cada que tiene un novio, te lo restriega en tu cara pero sutilmente, cada que habla “casualmente” contigo, te dice que le va bien y que actualmente le es infiel a su novio, por lo general con alguien más feo y pendejo. Probablemente sigue siendo virgen, a menos claro está, que no te hayas respetado y te la hayas cogido.

Karma: Siempre se quedará con el único pendejo que le hace caso y en el mejor de los casos para la humanidad, uno de ellos es estéril.

Súperpoderes:
• Despertar los sentidos humanos, en especial el del raciocinio “¿Qué chingados estaba pensando?”
• “¿Porqué su mamá no la sacrificó?”
• “¿Dios, porqué nos abandonas?”

Sentimiento que suele provocar: Asquito… mucho, mucho asquito.

Nivel de atracción en los hombres: Nulo, carnal ¿no has visto la foto?

Alias: “¡Ya déjame en paz!”.

Tipo: La siempre víctima

Propiedades: Narcisista de corazón. Cree que el mundo está mal, nunca se le satisface ni siquiera con terminarse una caja de condones de doce piezas.

Modus operandi: Es raro decirlo de esta manera, pero pareciera que siempre tiene algo para molestarte, siempre está a la expectativa de que la cagues para poder “cagarla ella también”.

Karma: Terminas por hartarte de sus constantes juegos que dejas de hablarle, para cuando trata de establecer contacto (en caso de que te haya querido) a ti ya te vale verga su existencia.

Súperpoderes:
• Si reprobó un examen, es tu culpa.
• Si estuvo distraída en clase, es tu culpa.
• Si no durmió, es tu culpa.
• Si no la dejan salir, es tu culpa.
• Si llora, es tu culpa.
• Si ya cambiaste tu correo, la bloqueaste de tu celular, evitas lugares en común con ella, ya no la llamas, es tu culpa.

Sentimiento que despierta: Rabia, insomnio y ganas de lastimar a otro ser humano (de preferencia a ella misma).

Nivel de atracción en los hombres: Regular. Pero una vez que se le acerca carnalmente a alguien, es difícil que se la quite de encima.

Alias: “¿Tú quién eres?”.

Tipo: Valemadrista.

Propiedades: No le importa un bledo lo que hagas, se hace de la vista gorda cuando te ve e ignora lo bien o mal que te pueda ir. Probablemente nunca sea amada en su vida.

Modus operandi: Da lo mismo lo que haga, si acaso lo único que tenga que ver contigo es que se esfuerza porque no sepas nada de ella.

Karma: Que no la peles, aunque eso no es un karma precisamente.

Súperpoderes:
• Hacerse de la vista gorda.
• Ignorar tu persona.

Sentimiento que despierta: Memoria “¿Cómo se llamaba esa morra?”
Nivel de atracción en los hombres: Alto. Por raro que parezca, debido a su valemadrismo, suele atraer a miles de hombres.

Alias: “Me da unos condones por favor”

Tipo: Caliente.

Propiedades: Altamente sexual, no le importa qué o quien sea, siempre está buscando placer carnal. Peligroso enamorarse de ella debido a su alto índice de infidelidad. Lo curioso aquí es que es precavida y siempre cargará con condones. Reacciona violentamente si se le llama “zorra” o alguno de sus derivados (bien dicen que la verdad ofende).

Modus operandi: Diferente a la Vengativa. Este espécimen no le anda dando las nalgas al primer baboso que ve porque quiere hacerte sufrir, si no porque el calor en su entrepierna se lo pide a gritos. Por lo general ella sí te ama, pero es fácil que la mandes a la verga debido a sus constantes actividades sexuales.

Karma: Está condenada a que todos la vean como un mero objeto sexual y nadie la ame.

Súperpoder:
• Radar: Ubica en un radio de tres kilómetros las cosas que tienen pulso.

Sentimiento que despierta: Más que sentimiento, despierta penes.

Nivel de atracción: ¿Ya mencioné que siempre está caliente?

Alias: “Mañana hablamos, son las tres de la mañana… ¿estás ebria?”

Tipo: Chantajista.

Propiedades: Por alguna razón no acepta las cosas obvias. Suele reaccionar de la misma manera a diferentes tratos y suele emitir constantes amenazas que sólo quedan en promesas. Cuando nada le da resultado cae en depresión peligrosa para ella misma y sus alrededores.

Modus operandi: Constantes llamadas en la madrugada en especial los fines de semana, visitas inesperadas a tu casa, y suele estar dónde tú estás. Te acosa mediante todos los medios posibles y es la causa de que potenciales conquistas se asusten.

Karma: Nunca tendrá vida sexual satisfactoria.

Súperpoderes:
• Atinarle a hablarte por celular cuando estás con una potencial conquista.
• Ser más molesta que una mosca sonora.

Sentimiento que despierta: Lástima.

Nivel de atracción: Nulo.


Alias: “Esa vieja se pone cada vez más buena”.

Tipo: Perfecta.

Propiedades: Le gustan cosas que rara vez le gustan a una mujer y al mismo tiempo es atractiva, se fija en lo que tiene el alma de las personas y sostiene que sí hay hombres diferentes. Es hermosa por fuera y por dentro.

Modus operandi: Es un hombre con tuberías internas. Eructa, maldice, admite que le gusta el sexo y se lleva bien con tus padres, es fiel o al menos es discreta e intenta no lastimarte. Detallista, comprensiva… Puta madre ¡¿Qué más quieres?!

Karma: Actualmente está con alguien mejor que tú, eso es debido a que seguro la tratabas mal o llegaste a engañarla. La lastimaste demasiado y se dio cuenta de que lo que se merece, es algo mejor que tú.

Sentimiento que despierta: Envidia y culpa… demasiada culpa.
Nivel de atracción con los hombres: Altísimo. Pero debido a su hermoso interior, nunca le será infiel a su hombre, mucho menos contigo claro está.

Cualquier parecido con la realidad es mera chingadera.

miércoles, 13 de julio de 2011

Regreso inspiroso.

¡Hey!, bola de pránganas, por fin, después de no sé cuánto tiempo de ausencia, regreso al inmundo virtual; primero que nada pido perdón a mis lectores por dos razones: la primera es la más obvia, y es la del congelamiento de este blog, la segunda es por el par de posts anteriores, los cuales hablan de juegos de video.

Sé de antemano que mínimo al 90% de la gente en el mundo le valen verga los videojuegos, y es harto curioso, porque durante mi desaparición de la blogósfera (y demás ámbitos de la Internet) me dediqué a los juegos de vídeo, pero bueno, eso es otro tema que ya hasta hueva les ha de dar.

En esta ocasión, y a manera de “regreso glorioso”, traigo un escrito de un tema bastante mundano, no obstante, conmovedor.


En primera instancia, quisiera hacer una “pequeña introducción”, y con pequeña estoy diciendo que, como éste es mi regreso triunfoso, me voy a aventar algo bien aventado… ya saben, conmigo puras enormidades.

Personas inspirosas.

En este mundo hay personas quienes son las precursoras de ciertos ámbitos importantes, y que han servido de inspiración para sus sucesores, ejemplos sobran, por ejemplo, yo que soy aspirante a matemático-científico, tengo una profunda admiración por Albert Einstein, quien propuso la Teoría de la Relatividad, de hecho ni siquiera la entiendo a nivel numérico, pero afortunadamente encontré un libro hecho para tontos y ya le estoy agarrando el pedo.

Hay muchas otras figuras en muchos ámbitos, pero una a la que le tengo mucho respeto y admiración, es a don Fabio Fusaro; él es un hombre que tiene una filosofía bastante peculiar, y contrario a lo que se pudiera pensar, su manera de pensar y su “evangelización” (no supe qué palabra usar, pero una vez que lean la adaptación supongo que entenderán) no son producto del pensamiento machista ni mucho menos. Lo que don Fabio dice en su filosofía, es que el hombre se quiera, y se respete, nada más.

Para ejemplificar lo que este hombre quiere darnos a entender, a continuación pondré una adaptación de un texto llamado “Damián y el espejo”, y sí, el maestro me dio permiso para adaptarlo. Sólo le cambiaré el nombre del protagonista por respeto a la obra original, ojalá te guste.

“Sebastián y el espejo”



Como desde hacía más o menos unos tres meses, Sebastián repetía la misma rutina: Se levantaba una hora o media hora antes de salir de su casa para irse a la facultad; se bañaba mientras escuchaba “Frasier” o bien “Friends” dependiendo del día de la semana, medio comía algo y se iba, aunque eso no era un verdadero problema, porque hambre no tenía mucha que digamos.

Ese día en especial no tenía mucho sueño, pues se levantó con bastante tiempo de sobra, se bañó, salió, sintonizó en la tele los sabios consejos del Dr Crane y se fue al baño para afeitarse y ponerse chulo, decía siempre él.

Sacó un rastrillo nuevo, se mojó la barbita para suavizarla, se disponía a pasar la navaja por su mentón cuando de repente escuchó un “psst” proveniente de ningún lugar. Asustado, volteó hacia todos lados, la regadera, la taza… y nada, la sugestión de haber escuchado un “psst” hizo que Sebastián dejara de escuchar tan alto los consejos de un personaje de una de sus comedias favoritas, a decir verdad, no escuchaba ya nada, sólo esperaba ver de dónde chingados salía ese ruido que tan nervioso lo ponía.

“Psst”, se escuchó de nuevo, con el corazón en la mano y los testículos en la garganta, volteó hacia el espejo y ahí fue donde vio una de las imágenes más escabrosas y que más vergüenza le han provocado a Sebastián:
Un Sebastián con el pelo alborotado (él era de cabello largo) y sin brillo, una barba de esas que parecen sucias, unas ojeras estilo mapache… en fin, el espejo reflejaba un verdadero desastre. Sebastián no daba crédito a lo que veía pero a la vez, se lo esperaba.

¡Pssssssssssst! – dice el Espejo sarcásticamente- ¡Hasta que me oyes canijo!, llevo literalmente MESES tratando de comunicarme contigo, pero no me pelabas, hasta ahorita que tienes tiempo… hace mucho que tú y yo no hablamos, o hace mucho que no
hablas contigo, la idea es la misma.

Pues sí… -dice Sebastián con un tono de culpa más grande que su cabeza- pero tú sabes cómo son estas cosas…

¡Pero claro!, Aún recuerdo el primer día que la viste caminar, te enganchaste y dijiste “Está más buena que los chocolates”. Y recuerdo que te lo advertí “Ve con cuidado, suelen ser locas”,- regaña el espejo a Sebastián- y ese fue el último día que cruzamos palabra.

Cabrón,- dice Sebastián- no estoy para el sermón de la media tarde, sabes que tengo que ir para la facultad y…

¡Ese es tu problema!,- interrumpe el Espejo enérgicamente- si tan sólo te concentraras en la facultad, o en esa hermosa morochita que te presentaron en el bar la otra noche, pero no… tienes todos tus sentidos puestos en M…

¡No lo digas!, compañero, estoy hecho un trapito,- dice Sebastián en un tono derrotista- por favor, no necesito esto… creo que ya nadie puede ayudarme.

En eso tienes razón, sólo yo puedo ayudarte, o tú puedes ayudarte, es conmutativo… -dice el Espejo con tono aliviador-

Pero tienes que comprender, no estaba preparado para perderla, sin ella no tengo nada, estoy solo- dice Sebastián con cierta nostalgia, quien entendió perfectamente el chiste de la conmutatividad (ahhh… matemáticos).

¿No me estás escuchando? – dice el Espejo volviendo al tono serio- Nadie está solo, pero tienes que comenzar a ayudarte, sólo tú puedes salir de esta patética situación, por favor, nene, hazme caso.

Nadie puede ayudarme… - dice Sebastián sollozando.
Sebastián comienza a bajar la cabeza al darse cuenta que las lágrimas vienen, baja la cabeza para que el espejo no lo vea llorar, de hecho, baja tanto la cabeza que el par de gotas que le salen por los ojos no le recorren las mejillas, caen directamente al suelo.

Levanta la cabeza, Sebas, ¡Mírame a los ojos, coño! – grita el Espejo-

-Es que la necesito tanto…

-¡Tú no la necesitas! – regaña por segunda vez el Espejo.

-Ella era todo para mí…

-¡No!, -trata de razonar el espejo con Sebastián- A pesar de que ella se ha ido, todavía respiras, ¿Qué no te das cuenta de que aún puedes ser feliz?

-Puede ser… pero es que sin ella no puedo vivir.

-¿Puede ser?... ¡¿Puede ser?! Carajo estás peor de lo que imagine… veamos…- la imagen en el espejo se queda pensativa, realmente pensativa- ambos padres tuyos están vivos, gozas de buena salud; aunque a este paso no tendrás tan buen aspecto, tienes amigos sí, por ahí hay un par de chicas que quisieran conocerte y tú sabes de quienes hablo…

-Pero eso no me hace feliz, ella era la única cosa por la que valía la pena todo…

- ¡Carajo Sebastián!- el espejo se cabrea cada vez más- ¿Ya no te acuerdas de todas las dificultades que hemos pasado, y lo bien que nos ha salido todo? Como esa vez que pasamos el extraordinario de historia sin saber una chingada, o que salimos del bachillerato en 3 años a pesar que estábamos hasta el cuello de materias.

-Sí… es verdad.

-¡A huevo que sí!- dice jovialmente el espejo- O de aquella vez que nos vieron destrozados en aquella plaza, pero bueno, a veces hay que soportar esos putazos que da la vida.

Sebastián asienta levemente con la cabeza mientras se seca un ojo con la manga de su sudadera. Mira a los ojos al espejo… erguido, seguro, con un rayo de dolor en los ojos.

-Canijo, perdóname- dice Sebastián con voz firme pero suave.

-Caray Sebas, hasta gusto me da escuchar eso, no tengo nada que perdonar, pero es que me partía el alma verte así.

-¿Crees que sea muy tarde para ir delante los dos?

-¿Bromeas? Nunca es tarde para eso. –dice el espejo.

-Canijo, ¿sabes de qué me estoy acordando?- Dice Sebastián más animado- ¿Recuerdas cuando nos acostamos con aquella pinche vieja?

-¡Horror!-Dice el espejo a modo de broma- de eso pa’ que veas sólo te acuerdas tú.
Ambos rompen en carcajada, la primera desde hace mucho tiempo para ambos, la carcajada se vuelve risa, la risa se convierte en una sonrisa alentadora.

-¿Entonces qué hacemos?- pregunta el espejo.

- Pues a darle que es mole de olla- dice Sebastián.
Sebastián apura a rasurarse, y nota algo antes de que la imagen se desvanezca, las ojeras que antes él mismo hubiera descrito como “moradas”, han bajado su tono y de hecho, hasta su grosor.

También nota que la mano ya no le tiembla al rasurarse, y se da cuenta de que es porque él, y su reflejo que desapareció, ya no son dos, si no uno mismo.

Si quieres saber más acerca de Fabio Fusaro puedes ir aquí o aquí.

miércoles, 15 de junio de 2011

Generación Xbox, PS2 y creo que Gamecube (Nintendo es la misma mamada).

En esta ocasión haré un top de los 5 más chingones de la penúltima generación.

5to lugar. (Xbox, Nintendo)
Conker Live & Reloaded: Bad Fur Day.


En primer lugar, yo sé que este juego es malo. La historia es una verdadera mamada, lo único chido es que que de tan mala, da gracia. El gameplay es bastante genérico y llega un punto en el que las misiones son lineales. Pero los diálogos están bien cagados y te sacan una sonrisita.

4to lugar. (Xbox)
Ninja Gaiden.


Primerito que nada ¡Chingas a tu madre Itagaki!, el final de este pinche juego es una completa mamada. Si no fuera por el gameplay y los jefes, este juego estaría ya en la basura de mi casa.

3er lugar. (Playstation 2)
Metal Gear Solid 2


Aquí también es pertinente mentarle la madre a alguien, y en este caso es a Hideo Kojima, por poner como protagonista a un pendejo como Raiden, después de que Solid Snake se rifara como el Santo en Metal Gear Solid; el pinchi güerito llega a cagarse en todo, si no hubiera sido por la historia y el gameplay, este sería el número uno.

2do lugar. (Xbox)
Silent Hill 4 The Room.


Este es un poquitín diferente, la historia está bien chingona, y sí te llega a sacar uno que otro sustirijillo, de hecho estuve un poco sugestionado con la última parte y no podía dormir chido. Aunque el desarrollo es medio lentón; osease, si has jugado un Silent Hill, ya sabes que los bonitos paisajes se convertirán, tarde o temprano, en un horrible sitio con óxido y sangre.

Aparte de todo, el gameplay es en una tercera persona muy mal hecha. He dicho.

1er lugar. (Play 2)
God of War.


Con este juego, Sony comenzó a sacar todo el potencial que tenía escondido (por lo menos una parte), unos gráficos muy bonitos, una historia medio pinche eso sí, y el gameplay tiene unos errores garrafales; como aquél de no poder mover la cámara. Y unos pinches pozos están bien putos aburridos y/o largos.

¡Bonus! (Xbox, play 2).
Destroy All Humans 2


De antemano diré algo, ya sé que THQ hace puras pendejadas, pero este juego es, a mí parecer, el mejor que tienen.

El gameplay está más chingón que el uno, las armas están mejor pensadas y la del "monstruo-come-hippies" me hace desear que fuera real. Las misiones... están bien en general, el puto pedo de esta madre es que el juego te dice todo el tiempo que hacer, así que no tienes que gastar nada de neurona, no tiene acertijos, de hecho tiene pura putiza y unos punch-lines muy buenos eso sí. Creo que es lo más vergas que tiene este juego, los diálogos.

miércoles, 8 de junio de 2011

Top 5.

Lo sé, lo sé, me he ausentado bastante tiempo, pero entre los asuntos escolares, ¡horror!, los videojuegos, que mi computadora se enfermó, y el hecho de que me lastimé una pata queriendo escalar una montaña, he abandonado el mundo virtual llamado Internet.

Pero la buena noticia es que traigo bastantes escritos a medias (que ya voy a terminar), pero bueno, este post estará dedicado a los juegos de video, en especial, a mis favoritos, espero que les guste, y si no, pues ya saben dónde queda la chingada, ¿no?

El pedo olerá así: Haré un conteo de los que a MI parecer, son los mejores juegos y, en general, de lo mejorsito que ha salido, si les gustan los videojuegos, que chingón, lo disfrutarán.

5 mejores.
Generación Playstation, Nintendo.

5to lugar.
Resident Evil (Playstation)


El primerito de la saga y el menos exagerado, cuentan muy bien la historia y la mansión tiene unos acertijos muy chingones. Lo único malo es que está bien pinche difícil y los gráficos están re piteros.

4to lugar.
Silent Hill 1 (Playstation)


A mí gusto el mejor de la sagan, a pesar de los gráficos feos, este juego logra un ambiente de terror, y he de admitir que es el que más miedo me ha dado.

3er lugar.
Bart's Nightmare. (Nintendo)


El mejor juego de los Simpson que he visto, la historia es una pendejada y no tiene nada de especial en absoluto, pero los niveles están bien chingones y entretenidos (excepto el del diablito), pero los de Tom y Daly, Bartman, y el de Bartzilla son una pinche joya.

2do lugar.
Sheep Raider. (Playstation)


En esta ocasión manejas al Coyote Calamidad, quien es reclutado por el conductor de televisión, el Pato Lucas, quien te invita a jugar una especie de Atínale al Precio, pero aquí el objetivo es robarle las ovejas al perro Sam.
Los niveles están chingones, bien pensados, entretenidos y tienes que quemar neurona para resolver los acertijos de los mapas.
Nunca lo terminé por cierto.

1er lugar.
Metal Gear Solid. (Playstation)


Historia: Chingona.
Batallas con jefes: Chingonas.
Gameplay: Chingón.


Seguiría con el conteo pero ya es demasiado tarde queridos. Perdón por el post tan flojo.

viernes, 13 de mayo de 2011

Sueño en el que un litro de refresco de toronja costaba mucho dinero (post de relleno)

Hace un par de días tuve un sueño que tengo miedo de que se vuelva premonición. A pesar de que sólo ocurrió en mi subconsciente, todavía recuerdo lo que pasó con semi-lujo de detalle.

Estaba yo en mi casa jugando XBOX, cuando mi madre me mandó a la tienda a traer menjurjes para hacerle vudú a una exnovia mía, no recuerdo bien en qué consistía la lista, pero sé que me había encargado ella “un litro de refresco de toronja”.

Entonces llegué a la tienda, pedí las cosas, me dirigí al refri de los chescos, saqué un litro de refresco de toronja y lo pagué aparte de todo el encargo.



Yo: ¿Cuánto es del chesco?

Tendero: 45 varos.

Yo: ¿Apoco ya subió?

Tendero: Sí, desde que tú te duermes tarde por estar jugando Ninja Gaiden…

¡Puta madre!

No sé si sea un sueño o una premonición, pero hay una moraleja en todo esto.
Si no quiere que una botella de agua cueste más de cien varos ¡Cuide el agua cabrón/a!

viernes, 6 de mayo de 2011

De clásicos y trolls.

Aquí en esta página de Internet, me tiene bastante contento el hecho de que, contrario a lo que la mayoría podría pensar, estamos progresando. Si usted, querido lector, le hecha un vistazo a las primeras entradas, se dará cuenta de que son una vil chingadera, pero no puede negar que las últimas tienen un estilo más desarrollado, las ideas están expuestas de una maneta no TAN revuelta, y que, en general, se han estado mejorando las cosas (excepto por el tiempo entre cada actualización).

Gracias a la magia de blogger.com, sé que de cada cinco almas perdidas que entran aquí, una se vuelve un buen lector, alguien se deja evangelizar por la sarta de estupideces que suelo poner. Hace dos entradas, me dejaron un comment que la verdad me reanimó en aquella tarde, mi primer lector extranjero que, gracias a Dios, es de habla hispana.



Y en el post que está debajo de este, he tenido mi primer troll. Tal vez sepan lo que significa un troll en blogger.com, tal vez no lo sepan, para no enredarlos, creo que debo dar una pequeña explicación:

Un troll, o fan from hell como también se les llama, es aquél que, se toma la molestia de meterse a leer un blog y dejar un mensajito; la mayoría de la gente que deja mensajes en una entrada, plasma lo que piensa del texto que leyó, ya sea para felicitar o para agregar algo que él o ella considera pertinente, pero un troll lo único que hace es mentar madres.

Cuando abrí este blog realmente lo hice con la intención de tener un medio de escape cuando algo tenía en la mente y no tenía a alguien con quien hablarlo, o para dar mi opinión sobre algún tema, o simplemente para distraerme en algo mejor que las redes sociales o cualquier otra pérdida de tiempo. Nunca busqué la fama bloggera ni mucho menos.

Cuando visitaba los ya difuntos blogs más leídos de México (Plaqueta, Huevo, Autor, Guffo, Cabeza, Chidoguan, y un larguísimo etcétera) veía a varios trolls que se dedicaban a mentar madres básicamente, al principio me parecía bastante gracioso, pero eran tan insistentes con sus comentarios agresivos, que comencé a entender que debía de ser molesto para los autores de dichas bitácoras.

Luego me di cuenta de otra cosa: ¡Son putos! Cualquiera que comenté en calidad de anónimo para antagonizar en un blog, es un puto, no hay vuelta de hoja, le gusta que le den ricolatino por el chicolatín, de lo contrario, pondrían su identidad para que se sepa quién es el que está chingando la madre.

Aquí me da gusto tener mi primer troll, es más, pondré a continuación el cariñito que alguien me mandó a continuación:

Anónimo dijo...

este blog esta de la verga

¿Lo ven? El puto… digo, el anónimo en ningún momento defiende algo, no opina, y no comenta en las entradas que son realmente mejores productos que la chingadera que publiqué antes. La verdad creo tener una idea más o menos de quién se trata, y te lo digo de una vez mano: Aquí mejor ni vengas a joder.

Independientemente de quien se trate, me da harto gusto saber que soy leído. Pero ése no era el tema de este post.

Hace tiempo, más o menos dos semanas, me pasó algo realmente pasado de verga, ese hecho me ha puesto a reflexionar y desde aquél fatídico comienzo de semana santa, he traído bastantes pendejadas en la cabeza.

Un día como cualquier otro, estaba checando eliminando a la gente que no conozco y/o me caga la madre de mi cuenta de Facebook, antes de mandarlos a la verga, me metía a sus perfiles y ¡puta madre!, casi casi me pongo a llorar, y es que no mamar mi buen lector, me di cuenta de que todos, todos, todos, todos absolutamente TODOS los seres humanos somos deprimentemente iguales.

De antemano sé que no estoy descubriendo el hilo negro de las personalidades ni haré tampoco un estudio sociológico, simplemente estoy diciendo que, existen un número determinado de personalidades en el mundo, y supongo que esto se ha venido dando desde que la humanidad le ha puesto etiquetas a los demás: Burgueses, clase obrera, trabajadores, burócratas, putos, emos (los últimos dos son casi lo mismo), negros, darkis, punkis, metaleros, etcétera.

Esto, de cierta manera, es malo, son realmente pocos los que se atreven a ser verdaderamente diferentes, y cuando lo hacen, la misma sociedad mocha en la que vivimos se encarga de señalar a la persona diferente y hacerla sentir como popó seca antes de que tenga la oportunidad de hacer algo, vamos pues, diferente.

Pongamos un ejemplo para tratar de ser más claros.

Si en este momento hago una especie de convocatoria en la que diga, “los que tengan el corazón roto dejen un mensajito en el inbox”, supongamos que son siete los que me hacen caso, esos siete fulanos tendrían una línea de pensamiento igual: Son unos pinchis dramáticos.

Ahora, si externáramos esto a todo el mundo, segurito miles y miles de entes se identificarían con la frase “tengo el corazón roto”.

A continuación pondré otro ejemplo que creo que deja más claro el punto:

Cuando alguien relativamente mexicano tiene mal de amores. ¿Qué es lo que hace por lo general?:

• Invita a sus amigos a su casa para ponerse pedos.
• Al principio, osease, cuando tiene muy poco o nada de alcohol en sus venas, se ríe, bromea, y pues, es feliz. Sonríe.
• Entrada la noche, pone las rolas de Valentín Elizalde, La Arrolladora Banda Limón, José José, o cualquier otra cosa con la que se pueda hechar el zapatazo.

La verdad no sé cómo se curan de sus males de amores los británicos, pero casi estoy seguro que en lugar de Valentín Elizalde ellos ponen Oasis, Radiohead, The Beatles y pues, los clásicos ingleses.

Así mismo, en cada país tienen sus clichés, sus clásicos, y en cada país, son esos clásicos-clichés los que los ayudan a salir de sus males de amores.

Y eso reafirma mi punto: Todos somos horriblemente iguales y predecibles. Esto para mí, es verdaderamente una mamada más grande que la muerte de Osama Bin Laden.

He dicho.

P.D. Si no te gusta lo que lees aquí, vete a otro blog, hay un chingo.

P.D.2. La próxima entrada será más chingona que ésta. Palabra.