Así que hoy, como una ofrenda pagana por el abandono de este congal, les traigo una historia que, a decir verdad, disfruté mucho redactar; cabe mencionar que no tiene final, lo que quiere decir que usted, mi querido lector, puede imaginarse un final alterno. Puede ser trágico, feliz, o triste. El chiste es que acá, quiero mantener un contacto con mis pocos lectores, o a ver ¿Qué otro blog le ofrece interacción con su autor? ¡Ninguno!
Bueno ya, la neta es que ya me dio hueva terminar la historia y por eso lo dejo a su imaginación. Disfrutad.
La ex-señora Cangrejo.
El "debate" que he sostenido con ciertas féminas que, al igual que con la tierra del Quijote "de cuyo nombre no quiero acordarme", ha terminado de una manera muy, muy… verga… por primera vez me he quedado sin palabras para describir algo… Pa’ que se den una idea, Polo Polo es educado a comparación de las chicas con las que he platicado.
Todas estas charlas se han tratado de lo mismo: el descontento de algunas mujeres ‘cercanas’ a mí. Y todo esto se ha venido desprendiendo del post que está debajo de este. Para ser sincero, muchas de las pláticas que tenido con las chicas mencionadas me han dado mucha, pero mucha risa.
Pero de todos y todas las que vieron el escrito, de tanta gente pudo haber entrado por casualidad a este cuchitril lleno de sandeces y mal gusto, hubo alguien que no debió hacerlo, (por favor, léase con eco) Raquel…quel... quel... quel... también conocida como mi ahora “ex novia”…
La cosa, como pueden ustedes imaginarse, no terminó bien, de hecho se puso de la verga. A continuación, les ponemos el desenlace de esta ¿emocionante? historia.
Maraca conche tu madre.
Estaba yo en mi casa, tratando de comprender la misma situación que me acompleja desde que tengo uso de razón ¿Porqué; Dios mío, porqué es que el pato Donald cuando sale de la ducha, lleva una toalla en el área del cheto si, bajo ninguna otra circunstancia, usa pantalones?... En repetidas ocasiones las ardillitas le chingaron su traje de marinerito, pero nunca…
Cuando de repente, el sonido del teléfono interrumpió mis cavilaciones filosóficas:
Teléfono: Tuuut-tuuuut…
Cangrejo: (Para si mismo) Puta madre, deben de ser los bancos que quieren chuparnos la sangre… (Tras levantar la bocina) ¿Qué pasó?
Teléfono: ¿Abraham?, ¿eres tú?
Cangrejo: (Para si mismo) No, soy una contestadora programada para responder pendejadas a preguntas pendejas… (A la bocina) ¿Quién lo busca?
Teléfono: Su novia.
Cangrejo: (Para si mismo) ¡¡Ayenlamadr!! (A la bocina tratando de parecer entre dormido y sorprendido) Ahhh… Hola Raque…
La novia: Oye, ¿estás ocupado?, es que necesito hablar de algo que me enteré…
En este momento, El Cangrejo está recordando si alguna vez trató de cogerse a su cuñada, y no, no es así.
Cangrejo: Estéeee… es que mañana voy a… (tratando de inventar cualquier pendejada) es que… (la mente del Cangrejo está trabajando a mil por hora, inventando y desechando excusas a una velocidad de vértigo)…
- ¿Y si le digo que se murió mi abuela? No. Ella ya la ha visto y sabe que está en perfectas condiciones.
- ¿Y si le digo que me hice una colonoscopia? No pirula. No soy de los que da esos detalles.
- ¿Y si le digo que tengo mucha chamba? Definitivamente ni madres. Ella trabaja más que yo y puedo desencadenar un largo debate de mis labores.
- ¿Y si me hago pendejo?
La novia: Mira, no necesitas hacerte pendejo, si es cierto que te importo tanto, nos vemos mañana, no te apures, yo paso. (Clic)
Cangrejo: Pero ¡espera! ¡No voy a estar!
Teléfono: Tuuuuuuuut…
¿Cómo terminó esta historia? La verdad no lo sé, y no tengo intenciones de terminarla, si quiere saber el final, imagínelo. Si quiere, puede meter a las chicas que mencioné la vez pasada, o a mis infames amigos, o a mis infames ex-novias.
Ahora sí, me paso a retirar, no sin antes recordarles algo importantioso. Estese al pendiente de esta chingadera de blog, por que posiblemente muy pronto, empieze a completar los miles de escritos que llevo a medias.
Gud naight, and gud faight.